01 noviembre 2009

ASCEEP - FEUU: Declaración Pública





El pasado domingo se celebró una nueva jornada cívica, la cual estaba colmada de expectativas que van más allá de los partidos políticos que se postulaban para las elecciones nacionales.

Se ponían a consulta dos plebiscitos de reforma constitucional, que implicaban el pronunciamiento sobre temas ligados con la sociedad. Uno de ellos, a nuestro entender, era el resultado de la continua lucha de organizaciones sociales a favor del esclarecimiento de una parte oscura de nuestra historia.

El debate estaba claro, continuar o no viviendo en un país que se esconde detrás de la ignorancia para tapar los hechos sucedidos durante la última dictadura cívico-militar.

Esta posibilidad de anular los primeros cuatro artículos de la Ley de Caducidad permitía a la Justicia investigar qué sucedió y dónde se encuentran los restos de tantos ciudadanos que aún se desconoce su paradero.

Nosotros no tenemos más que vergüenza de vivir en un país donde se torturó, mató y desapareció gente y sus autores se amparan en el silencio para protegerse.

Somos convencidos que la verdad hay que encontrarla, esto nos demuestra que debemos estar más unidos que nunca para poder defender los ideales de Verdad y Justicia que están detrás de estas palabras.

Esto es solo una piedra más en el camino, pero no debemos ni podemos bajar los brazos, por ellos, por los que estamos y por los que vendrán.

Rechazamos el rol jugado por los medios de comunicación que durante toda la campaña estuvieron ausentes, y en el último tiempo, fueron cómplices del silencio por no transimtir en tiempo y forma la cadena nacional de la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad.

Asimismo, criticamos la falta de ética del Ministro de la Corte Electoral Edgardo Martínez Zimarioff por el mal manejo de los datos del plebiscito, y sin duda fue una manipulación intencional con la expectativa de la gente.

Es imperioso resaltar y reconocer a todos los compañeros de las organizaciones sociales, y especialmente a los integrantes de los centros de estudiantes que dedicaron estos últimos tres años en pos de la anulación de la ley. Estos compañeros, desde talleres, actividades culturales, documentales, charlas, han construido memoria colectiva, han avanzado en este proceso en busca de verdad y justicia. No podemos desconocerlo, ni abandonarlo.

Nosotros creemos que no se ratificó la Ley de Caducidad. En nuestro país hay más gente que se pronunció a favor de su anulación que de su ratificación. Hay un 48% de la población convencida de la anulación, mientras que en ese 52% hay muchos que no sabían directamente lo que se estaba plebiscitando; las proyecciones previas nos daban que tan solo un 35% declaraba que no iba a votar la papeleta rosada con conocimiento.

Perdimos en el acto eleccionario, pero ganamos en todo este proceso porque se trabajó en cada barrio y en cada rinconcito de nuestro país ganando conciencia e impulsando una cultura de respeto de los Derechos Humanos de forma íntegra, y esta batalla estamos convencidos que la ganamos.

Entender el porqué se perdió la votación del plebiscito es un análisis que debemos hacer, no para encontrar culpables pero sí para aclarar el camino de aquí en adelante. Hubo errores desde las propias organizaciones sociales, donde tendríamos que haber dado más desde el comienzo del lanzamiento de la campaña, la Federación se debe una autocritica muy fuerte, y el resto de las organizaciones sociales deberían hacer lo mismo.

Pero el factor más importante de esta derrota fue la falta de información, amparada para nosotros en el silencio y la confusión que se generó desde los referentes de la campaña política partidaria.

El señor Lacalle diciendo que nuestros desaparecidos eran tan solo media docena, o que si se anulaba la Ley los actuales procesados iban a quedar en libertad, no hizo más que confundir a la gente, en vez de darle elementos válidos para que eligieran libremente.

A su vez, es claro que el Frente Amplio salvo excepciones, no asumió integralmente el apoyo a esta campaña, lo que se reflejó en la imposibilidad de compensar la desinformación, transmitir la importancia de la consulta y la necesidad histórica de optar por la papeleta rosada. Muchos de los compañeros caídos, y desaparecidos formaron parte de esta herramienta, entonces no logramos explicarnos porqué se generó este vacío.

Como generación, este es nuestro primer golpe fuerte, el trago más amargo que nos tocó hasta ahora, para muchos de nosotros los días más tristes de nuestras vidas. Pero esta batalla perdida no nos va a paralizar, esta bronca, rabia e indignación que sentimos muchos, la transformaremos en organización y lucha, porque la pelea contra la Impunidad sigue, porque la Verdad no se sabe, los culpables no tienen juicio, y por sobre todo nuestros compañeros siguen desaparecidos, por ellos, por nosotros y los que vienen seguiremos pelando hasta que haya Verdad y Justicia.

ASCEEP - FEUU
Montevideo, 30 de octubre de 2009


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