Víctima de una insuficiencia respiratoria murió en Río de Janeiro a los 78 años de edad el dramaturgo brasileño Augusto Boal, creador del Teatro del Oprimido para difundir su técnica que transforma al espectador en actor. Boal sufría de leucemia y estaba internado en el Hospital Samaritano, de esta ciudad-balneario, desde el 28 de abril pasado. Su cuerpo fue velado en el propio centro médico y mañana será cremado en el Cementerio de Caju.
Nacido en 1931, en el suburbio carioca de Penha, Boal se formó en ingeniería química, pero su inclinación por la dramatugia lo desvió para ese género. Preso y exiliado en 1971 durante la dictadura militar, el teatrista retorno a Brasil 15 años después, invitado por el entonces secretario de Educación de Río, Darcy Ribeiro.
En 1986, creó, en alianza con artistas populares el Centro de Teatro del Oprimido, para difundir en el país su técnica de dramaturgía que convierte al espectador en actor, practicado hoy en todo el mundo.
En marzo pasado, ya jubilado, Boal recibió el título de embajador mundial del teatro por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El poeta Ferreira Gullar señaló al Journal do Brasil que Boal es uno de los creadores del teatro moderno brasileño, el teatro de arena, que inicia una nueva etapa de arte en el país, que se caracteriza por el enganche político, por expresar las ansias y el inconformismo de la juventud.
Por su parte, el teatrólogo Aderbal Freire apuntó que Boal es el maestro de todos nosotros, el artista que universaliza el reconocimiento del teatro brasileño en el exterior, la calidad, la humanidad, la profundidad. Él es un maestro, un inmortal.
Fuente: PL
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