15 noviembre 2010

El poeta Juan Gelman y su nieta Macarena declararán ante CIDH




URUGUAY ANTE LA CORTE INTERAMERICANA POR LA IMPUNIDAD DE CRÍMENES COMETIDOS AL AMPARO DEL PLAN CÓNDOR

El hijo de Gelman, Marcelo, y su nuera, María Claudia García, que estaba embarazada, fueron secuestrados y torturados por agentes estatales en Argentina en 1976.

El poeta argentino Juan Gelman y su nieta Macarena declararán el lunes y martes en Quito en el marco de las 42 sesiones ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el marco de la la audiencia del caso Gelman vs Uruguay, informó hoy el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil).

El hijo de Gelman, Marcelo, y su nuera, María Claudia García, que estaba embarazada, fueron secuestrados y torturados por agentes estatales en Argentina en 1976. Marcelo fue asesinado el mismo año y apareció en 1989 en Buenos Aires, enterrado como NN. García fue trasladada a Uruguay, donde desapareció tras dar a luz en 1976. La niña recién nacida fue criada por un policía uruguayo y supo su verdadera identidad 20 años después.

La Ley de Caducidad, aprobada en un referéndum en 1989 en Uruguay, impide la investigación y justicia en el caso. La ley impide juzgar los delitos cometidos por funcionarios militares y policiales durante la dictadura en Uruguay (entre junio de 1973 y marzo de 1985).

Gelman y su nieta, representados por el Cejil, denunciaron en 2006 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al Estado uruguayo por la supuesta violación de numerosos derechos protegidos por tratados interamericanos suscritos por Montevideo.

En 2007 la Comisión declaró admisible el caso y en enero de este año presentó una denuncia por el caso ante la Corte. Es la primera demanda contra Uruguay que la CIDH eleva ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Se trata de un caso emblemático de las graves violaciones a los derechos humanos realizadas en el marco de la Operación Cóndor, acuerdo de colaboración entre las dictaduras de Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, en los años setenta.

Fuente: La Jornada


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