23 noviembre 2010

El Reino Unido recorta permisos a inmigrantes


Ilustración: Latuff


El gobierno conservador de Reino Unido prevé hoy una drástica reducción de los trabajadores inmigrantes y de visas a estudiantes procedentes de países fuera de la Unión Europea, pese a las críticas a la nueva política migratoria.

Se espera que la ministra de Interior, Theresa May, confirme una cifra oscilante entre un 13 y 25 por ciento menos de los registros de 2009 en cuanto a migrantes extra comunitarios, equivalente a un corte de 37 mil a 43 mil personas.

El plan apuntalado por el primer ministro, David Cameron, apunta a la meta de reducir la migración a más de la mitad, lo cual incluye además un recorte a los programas de becas para estudiantes extranjeros, con lo que se suma a políticas similares de otros gobiernos europeos.

Al menos se excluirán unos 22 mil de los 50 mil inmigrantes que arribaron el pasado año a Reino Unido y fueron empleados en empresas multinacionales, señala el periódico The Guardian.

El ministro de Negocios, Vince Cable, asoció la severa reducción de las cuotas de migrantes con los planes de disminución de ingresos y las prestaciones sociales, medidas que componen el programa de austeridad fiscal, tachado de impopular por trabajadores y estudiantes británicos.

Los permisos para estudios de postgrados y doctorados podrían recortarse hasta 60 por ciento y las visas familiares en el rango de 20 por ciento.

En su primer discurso ante la Cámara de los Comunes a inicios de noviembre, May admitió la intención del gobierno de endurecer la política migratoria con criterios más severos de selectividad en el visado y en la cuota de permisos anuales.

Asesores del ejecutivo alientan, por otra parte, la tesis sobre la pertinencia de dar prioridad a los trabajadores altamente calificados y a científicos, para aplacar las preocupaciones de las universidades que temen a una recaída de las investigaciones en el país por los recorte de gastos públicos en la educación superior.

El ahora opositor Partido Laborista deploró la nueva política migratoria por el impacto que tendrá en los negocios y en la investigación científica, en un momento crítico para la economía británica, afirman. La opinión es compartida también por representantes de la Cámara de Comercio.

Londres puso en marcha en julio pasado la implementación de un tope migratorio de hasta un 20 por ciento de permisos a extranjeros, bajo la mira de ejecutar el plan en 2011.

Con un límite máximo de visados cerca de 120 mil personas al año podrían perder su actual derecho a establecerse en Reino Unido y convertirse en ciudadanos británicos, advierten medios informativos.

Fuente: PL


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