10 abril 2009

El Triunfo de los vencidos





Hoy recibí desde Uruguay una carta de un amigo y compañero muy querido, al que respeto profundamente como militante político. Me consta que su decisión no es fruto de un impulso, si no de un proceso de reflexión y análisis ante el derrotero que ha tomado el PCU. Publico la carta sin más, porque por si misma contiene todos los argumentos que muchos suscribimos.

Brujita


A mis compañeros.

El Triunfo de los vencidos.

Fui aludido (último Popular N° 45 sección lectores) y ya no es tolerable ese manejo de que los comunistas queremos a Mujica de candidato. No es justo dejarlo así, no lo es por la memoria de los que militaron y ya no pueden decidir, ni por la historia, el presente y la causa a la cual no renunciamos.

No fue personal la alusión, sino como parte de quienes cuestionamos la candidatura. De la Prensa dice “Hay una preocupación especial por dar difusión a las actitudes individuales (y por ello mismo equivocadas) de camaradas que hacen una opción diferente a la tomada por el Partido en sus instancias orgánicas.” Más adelante: “Pero no se dan cuenta que quien eligió a Mujica como candidato fue el Frente Amplio en su máximo organismo, en el que fundamentalmente están representadas las bases y no el Partido.” Respecto del Centralismo Democrático afirma que hay que comprender y respetar “…este principio básico y fundamental. Lo otro es totalmente accesorio.” Esos dichos no son aceptables, intentaré fundamentar.

Con lo del título no hago juego de palabras, ni aludo a dirigentes MLN hoy en ministerios, entes, intendencias, Parlamento, habiendo perdido con su política armada, despreciado la vía electoral y al movimiento de masas (nunca fueron frenteamplistas) le daban consejos a la CNT sobre métodos, hacían acciones o atentados si la CNT realizaba una jornada contra el gobierno de Pacheco, así la noticia eran los tupamaros, la reacción contra ellos y no la pueblada. Siempre, como ahora, tuvieron buena prensa.

Esta crítica es difícil. No por estos que lograron pegar un giro de 180 grados y ubicarse en lugares de poder de la burguesía por vía electoral, sin hacer autocrítica ni arrepentirse (más bien cuentan la historia de una guerra) de haber embarcado a miles de jóvenes en una irresponsable aventura. No cuesta criticar ahora porque lo hicimos siempre, así como ellos fueron y son anticomunistas. Son los mismos que están contra la despenalización del aborto y que hasta hoy, pasados cuatro años, no aprueban la ley de reparación integral para los presos políticos, sin dar explicaciones, denotando pésimo compañerismo y, como generalmente en esencia la gente no cambia su personalidad, concluyo que siempre fueron malos compañeros. De anular la Ley de Caducidad ni hablar.

El problema es que además de Senadores, hay una pléyade de personas de enorme valor –no me interesa si aún son anticomunistas- que fueron parte de aquella odisea, lo apostaron todo en pos de un ideal supremo de justicia y temo que esta crítica los roce, porque muchos son amigos, familia, compañeros en el Frente o por las firmas. Y no merecen la mínima falta de respeto, creyeron en esa propuesta de acción y pagaron por ello lo indecible, tal cual los comunistas que cumplieron con la línea partidaria antes, durante la dictadura y después, a más de tener fuerza para reconstruir o construir una vida a la cual el terrorismo de Estado le robó la juventud.

Pero no puedo callar estas verdades, pues si bien que los apoyen sus partidarios no me incumbe, el problema es que junto a dirigentes del Pcu quieren que les demos a gobernar el país, esgrimiendo el argumento de la unidad y el centralismo democrático. Fundamento político ninguno. Ideológico menos.

El título tampoco se refiere a comunistas que se apartaron en la crisis del Pcu a principios de los años 90 y muchos hoy ocupan bancas, ministerios, entes o intendencias, pues aunque perdieron aquel congreso extraordinario, su concepción política se afianzó en el FA y es la oficial del gobierno hoy en día.

El argumento de “La unidad” también fue usado en la disputa entre “renovadores y ortodoxos” en aquella crisis partidaria. Uso los términos por comodidad, pues cuestionar la Dirección no era muy ortodoxo y seguir al PCUS no era muy renovador. Pero dicho así no interpreta la complejidad vivida y como seguimos sin la autocrítica requerida, continuamos en penumbras sobre qué pasó y por qué fracasó la experiencia soviética.

También fui de los que entonces cuestionaron la línea oficial y de haberse aplicado el centralismo democrático como dice la carta de marras, debieron expulsarnos. Pero tenían un discurso democrático. Para ser justos, algo más: En el Semanario publicaban notas críticas, algunas bastante agresivas, todos estábamos parados en los pedales. Así se llegó al congreso extraordinario y la ruptura.

Queríamos algo distinto a lo que prosperó, creo que todos nos manejamos mal, con falta de respeto, aunque nunca califiqué a nadie de traidor en la “polémica” se me fue la mano. Y de hecho tuve mi parte de aprendiz de brujo: Lo que pusimos a andar tomó su propia dinámica y el proceso fue por donde no previmos, por lo menos yo.

Al presente, los resultados se expresan en esta conducción que desemboca en la inexplicable puesta del aparato partidario al servicio de este candidato.
Respecto a la unidad, ciertamente es fundamental, pero no como una vaca sagrada. Si agitando el peligro de perder el Gobierno se traba toda crítica, toda evaluación política, se arriesga perder más que una elección.

Como dije, con el título no aludo a los compañeros. La verdad, se me ocurrió escuchando a Zitarrosa: “...este es el triunfo madre, de los vencidos, de los vencidos, de los que nada tienen, de los sufridos…” Así que va para mí nomás, porque perdí en esto de apoyar al candidato. Si vale para otros también no lo sé.

Respecto al Congreso del Frente Amplio. Fui parte del Congreso “electoral” del Pcu y también del Congreso del FA. El candidato salió de prolongadas negociaciones entre dirigentes sectoriales que terminaron en el mismo Congreso.

Mayoritariamente los delegados de base –salvo los independientes- votaron según la directiva del sector al que pertenecían, además de ser militantes en los comités de base del FA, pues en general no fuimos mandatados por los comités. Un tercio del Congreso era MPP y otro PCU, estimación pública de nuestros dirigentes: Los 2/3 requeridos para elegir candidato.

Quien conozca a los comunistas no puede creer que los delegados votaran eso por valoración política propia. No sólo por la historia del foco guerrillero vs. movimiento de masas y partidos políticos, sino por el accionar actual, no estamos tan divorciados de la realidad ni de la opinión pública.

En lo que atañe al Pcu. La candidatura no fue aprobada en los organismos de base, ni intermedios ni en el Congreso del Pcu previo al del FA. Se dejó en manos de la Dirección el tema.
Pero entre otros puntos, se votó tratar de incorporar al programa del FA que el candidato debía dar garantías de cumplir el programa (palabra más, palabra menos), un país productivo, no firmar TLC, anular la ley de Caducidad.

Esto alcanzaba para eliminar como candidato a Mujica, quien firmó la papeleta para que haya plebiscito después de hablar, fastidiado por tener que ir al juzgado, pero antes de firmar en el PIT-CNT leyó sus fundamentos, (cosa rara, no improvisó) dijo creer que el pacto de silencio seguirá con o sin ley (el de los golpistas, supongo) y a los que sean encarcelados habría que conmutarles la pena… (a mí, si de criminales de esa laya se habla, el único conmutador que me viene a la mente es el de la silla). Hace tiempo opinó que habría que destruir los archivos de la dictadura y recientemente insistió con perdonar a los torturadores si hablan. La anulación de la Ley se incluyó en el programa del FA. ¿Cumplirá si es electo o tal vez indulte a los recién sentenciados?

En otro orden, acompañó siempre la política económica, que lo es del Gobierno y no de un ministro. Si se quiere agarrar a Astori –que por supuesto es su concepción- de cabeza de turco para no criticar al Gobierno y al Presidente, bueno, pero recuerdo a Mujica cuando el TLC con EUA, diciendo que si “el país” se podía ahorrar cien millones de dólares en impuestos, estaba bien.

Por lo demás llama a buenos burgueses para desarrollar la economía, quiere al argentino de asesor económico, últimamente tiene como ejemplos de país a Nueva Zelandia y a Suecia, donde ya la socialdemocracia fracasó al punto de perder las elecciones y desde hace años hay retroceso en políticas sociales.

Aparentemente sabe de todo, pero el MGAP fue inepto bajo su conducción. Ahora que el Uruguay reclama extender su mar territorial, cabe preguntarse para qué, si lo que ya tenemos no se controla ni se explota. ¿Qué país productivo podemos esperar? Durante su gestión avanzó la soja y los eucaliptos (plagas incluidas) en zonas de agricultura tradicional, las multinacionales compraron cientos de miles de hectáreas de campos, mientras Colonización estregaba algunos miles.
Aún un pequeño-burgués pequeño podría haber hecho algo mejor.

Este hombre puede hacer y decir lo que guste, puede sentirse dueño de los votos frenteamplistas, despedirse de su barra imitando a Vázquez cuando “cortó el cordón umbilical” y hasta tener la modestia de identificarse con el Negro Jefe.
El tema es que mi Partido (todavía lo era) lo respaldó. Y esto es muy distinto a regalarle la banca a un aliado. Los ejemplos del Ministerio y de la IMM (la peor gestión municipal, ganándole a la de Arana) son botones de muestra de lo que puede ser un gobierno de Mujica y del MPP.

Para estas decisiones se han tomado como verdad política encuestas de popularidad, parecen ignorar como se formó la misma: Primeras planas, páginas y páginas, horas en informativos, programas periodísticos y cuando nó, los llama él como después del asado con Bush.

Tampoco, al parecer, analizan el por qué de ese fenómeno. La derecha política tranquila, pues si esa es la cara del rival, mejor que mejor, por ahora casi no critican esperando que gane la Interna. Recién con lo del secreto bancario, al hablar coincidiendo con la versión de los países dominantes, le han caído, porque con ello causó ahora un perjuicio.

En las discusiones, por más que algunos compañeros intentan justificar lo hecho, de peso no hay más que el manido Centralismo Democrático, pero el mismo está descalificado desde que el Comité Central decidió algo que, de hecho, contradice lo resuelto en el Congreso del Pcu, la historia y nuestra concepción ideológica.

Respecto al centralismo democrático, la carta de referencia dice que es lo esencial y lo demás accesorio. Pero nó, porque “lo demás” es la causa, es la ideología, es el proyecto político y esto una herramienta para realizarlo. Si se ha cambiado y al servicio de lo que sea quiere ponerse ese “principio” para usar a los militantes como peones sin disciplina conciente, por más que el discurso repita frases revolucionarias y me griten viva el Partido, yo no tengo nada que hacer en tal organización.

Esto que se ha hecho por las “circunstancias” no tiene que ver con la Dialéctica, en todo caso será Pragmatismo (el de William. James, no como se usa ahora) pero mal aplicado porque tal política no les sirvió para sacar candidatura de consenso, ni evitar la puja para las Internas y lo resuelto no será útil para ganar en las elecciones nacionales. Tuvieron en el Congreso una victoria, pero a lo Pirro.

Parece que a esta altura debo convencerme de que el retroceso cívico causado por la dictadura, la pos dictadura y la derrota ideológica ha sido algo más profundo de lo pensado. Esta Dirección, más allá del discurso, ya no cree que una sociedad socialista es posible, ni aun admitiendo que el socialismo necesite de una nueva elaboración teórica.
Incluso están abandonando símbolos, la convocatoria al tradicional homenaje a los comunistas fusilados del Seccional 20° se convirtió en un acto de la 1001, sin el emblema del Pcu.

En fin, termino como empecé -vaya lo escrito como tributo a mis compañeros, a los que están y a los que no- con los versos finales del cantor en ese Triunfo “…este es el Triunfo madre, que canto y grito, por tanto gaucho muerto, desconocido.”

Luis Campelo. C.I. 2014052-7.
Año de afiliación: 1964 – Renuncia al Cté. Seccional y al Pcu: 7 de marzo del 2009.








2 graffitis:

el gato utópico

Hermanita: Te saludo desde Montevideo... Los dos sabemos lo que eso significa. No pude escribirte antes para agradecerte por tanto gesto. Lo hago ahora. Es de buena gente ser agradecido y para vos, mi agradecimiento.

Suscribo en casi todo lo que dice Campelo. Hace ya unos cuantos a;os que no pertenezco al PCU. Mucho antes de la caida del muro. Mi ultimo voto no fue a la 1001. Vote en Canelones y lo hice por Hugo Cores y el PVP. Nunca me arrepenti. Hugo me demostro que aun despues de discutir encarnizadamente, cada uno en su trinchera... pero frente al enemigo, unidos. El otro dia se lo dije a Macachin... admiro su etica frente a la vida. Reconocerse en los ojos de los compa;eros no es poca cosa. Y hacia mucho ya que no lo podia encontrar en los ojos de aquellos compa;eros con los que compartimos la resistencia y la reconstruccion del Partido. Muchos de ellos abandanoral el PCU para lograr bancas de senadores y diputados en otros sectores del Frente Amplio. Esos mismos no me aguantaban la mirada... Tendre muchas cosas de las que arrepentirme de mi pasado politico y tambien de mi futuro. Pero todos sabemos quien se jugo entero y quien se escondio bajo la cama. Lastima que algunos de esos, luego ocuparon ministerios, cargos de confianza en empresas publicas, etc., etc.,... Hace rato ya que el PCU no me representa. Si lo hacen, desde la dignidad, compa;eros como el Gral. Liber Seregni, Arismendi, la Negra Roballo, el mismo Cores y tantos mas. Las miserias actuales de la interna del FA logro despoblar los comites de base, el tesoro mayor de nuestro movimiento. Ahora nuestros dirigentes nos llaman a votar cada 4 a;os... hace un buen rato que nos estamos pareciendo demasiado a los partidos tradicionales y a todo lo que ellos representan. Podria seguir y seguir... No me acostumbro a un FA con 3 candidatos. No me acostumbro a ver el derroche de energia y dinero que le esta costando al FA. No lo entiendo ni lo acepto. Corrio mucha sangre de compa;eros, mucho dolor, tortura, muerte, exilio... Es una falta total de respeto con los compa;eros desaparecidos, con los presos, con los exiliados, con nuestra historia. En el acto del FA en la explanada, senti una mezcla encontrada de sentimientos. Por un lado estaba asistiendo a un acto despues de varios a;os. Pero por otro me jodio mucho ver a los tres candidatos como si fueran politiqueros baratos. Sentado entre los invitados estaban los familiares de los compa;eros desaparecidos, la viuda de Crottogini y el Gral. Licandro. Se, porque lo se, que todos ellos sintieron lo mismo que yo. No voy a hablar aqui de los logros del gobierno del FA, que los hay. Tambien hay fracasos, como el veto de Tabare a la ley del aborto, la visita de Bush, la falta de politicas reales de desarrollo de la cultura en todos sus ambitos... Da pena, Silvia... da pena constatar la tinelizacion de los medios masivos de comunicaciones uruguayos. Sera porque hace tiempo ya de embanderarme con viejos trapos que hoy me siento mas frenteamplista que nunca. Sigo creyendo en la dignidad de los nadies. En el ejemplo diario del tipo que sale de su casa a las 5 de la manana y no sabe si traera un plato de comida para sus hijos. Esos son los verdaderos guapos. Ese es el espejo en el que no debemos dejar de mirarnos.
Lo dicho anteriormente, hace ya un buen rato que no pertenezco al PCU ni a la 1001, pero aun hoy sigo creyendo en el avance del pueblo, en una sociedad mas justa, en una educacion laica y vareliana y no transare jamas con los que aunque alguna vez fueron compa;eros, hoy no pueden despegarse de sus sillones de poder.
Te mando un abrazo enorme para vos y tu hija.
Hasta pronto.

Brujita

Hermanito, qué alegría escuchar su ronroneo en esta esquina!!! Estoy siguiendo atentamente tus crónicas montevideanas; por lo visto, las viejas cicatrices van cerrando y me alegro por vos y por esa familia preciosa que tenés.

En cuanto al PCU, hace muchos años que tampoco pertenezco al mismo, ni me siento representada por él. Pero sigo creyendo en el avance de nuestro pueblo y que la herramienta que tiene es el FA; herramienta que hay que cuidar, porque desde afuera y desde adentro están buscando desvirtuarla y deshacerla. Creo que no sólo las miserias actuales del FA despoblaron los comités, sino que hubo y hay toda una política para vaciarlos de contenido, a sabiendas que estos deben jugar también un papel de contralor. Me duele y no me resigno a que el FA pase a ser un partido tradicional más. Tampoco concibo que no se haya logrado un consenso en torno a la candidatura y se esté haciendo todo este circo; y si no se hace algo para corregir esto, en las próximas tendremos 10 candidatos. Como te dije hace un tiempo, votaría en blanco para marcar la desconformidad. Duele, en muchoscasos, comprobar la certeza del dicho: “Dale un carguito y verás quien es Juancito”.

Pero hermanito, seguiremos luchando por la dignidad de los nadies, por hacer escuchar la voz de los “sin voz” y por lograr plasmar la verdad y la justicia; es una deuda de honor que tenemos con nuestros muertos y desaparecidos……y con nosotros mismos.

Un abrazo muy grande para Adriana, los gurises y para vos. Salúdeme a la dama de gris y dígale que la extraño.

Silvia