29 mayo 2010

Plan Ceibal: Polémica en Secundaria




Están reunidas las Asambleas Técnico Docentes (ATD) para tratar, entre otros asuntos, la extensión del Plan Ceibal a los alumnos de la Enseñanza Media. Una vez cumplido el propósito de dotar a cada escolar de una computadora, las autoridades de la Educación se proponen ampliar el beneficio a los liceales de la Enseñanza Pública.

Las ATD son una instancia de diálogo y de debate entre docentes cuyas conclusiones, si bien no son vinculantes, cumplen un papel de asesoramiento y tienen el valor de hacer conocer la opinión del cuerpo docente ­actor fundamental de la educación­ sobre aspectos técnicos relativos a la enseñanza.

Debido a ese carácter de instancia de discusión, inevitablemente allí se plantearán sugerencias, reflexiones y críticas a la política educativa del gobierno de turno. Y se supone que ese gobierno deberá, aunque no esté obligado a acatar las decisiones de la Asamblea, atender, tomar nota y tener en cuenta el punto de vista de quienes están en contacto directo con la realidad, las dificultades y los problemas que se plantean en el aula; son los docentes los encargados de llevar a la práctica en situaciones concretas las líneas de desarrollo dispuestas por las autoridades de la Educación.

Apenas instaladas las ATD, ya se han expresado dos corrientes en el seno del profesorado uruguayo respecto de la propuesta de extender el Plan Ceibal a la enseñanza media. Una de ellas expone su acuerdo con la iniciativa aunque manifiesta su visión crítica respecto de su implementación; la otra casi se puede decir que es contraria a la aplicación del Plan en Secundaria.

Nosotros entendemos, y así lo hemos expresado desde estas páginas, que el Plan Ceibal es un paso de enorme trascendencia al permitir que los estudiantes del sistema público tengan acceso a una herramienta imprescindible en los tiempos actuales; ha sido, asimismo, un paso fundamental en lo que tiene que ver con la democratización de la educación y la igualdad de oportunidades para todos los habitantes.

Ahora bien, a nadie escapa que el Plan Ceibal no es la panacea. Ni siquiera sus impulsores sostienen que con él se resuelven los problemas de la enseñanza, y para todos está claro que la informática no es sino una herramienta, un medio muy útil por cierto para que el educando esté en contacto con el mundo, y un instrumento que, bien aprovechado, puede resultar una inapreciable ayuda para el educador. Pero al mismo tiempo, todos somos conscientes de que la enseñanza pública adolece de innumerables carencias, carencias que no se resuelven por el hecho de que todos los estudiantes cuenten con un ordenador portátil.

Hay, en efecto, dificultades locativas y falta de materiales didácticos elementales. Pero paralelamente, la enseñanza pública exhibe otros problemas. Por ejemplo, las condiciones de trabajo de los docentes, que no son las más apropiadas; en primer lugar, un nivel salarial muy venido a menos a pesar de la recuperación verificada en los últimos cinco años. Esa situación lleva a que maestros y profesores se vean obligados a trabajar más horas que las que razonablemente pueden cumplir. Para mejorar sus ingresos, los docentes toman grupos y más grupos al tiempo que desarrollan actividades en institutos privados. Siendo la tarea docente una actividad por demás estresante, esa acumulación de horas de clase se refleja luego en la salud y, como consecuencia, en la calidad de la educación que se imparte y en la continuidad del docente al frente de sus grupos.

Y finalmente, además de una mejora sustantiva en las retribuciones de maestros y profesores que les permita tener menos horas de clase y dedicarse más eficientemente a sus educandos, es preciso que el docente recupere el prestigio social de que gozaba hace cincuenta años.

Bienvenido, pues, el Plan Ceibal en Secundaria. Pero que ello no implique soslayar la realidad de nuestra educación pública.

Fuente: La República


1 graffiti:

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Enhorabuena por tu blog!!!!

Gracias por compartir...

Un cordial saludo

Angy