“¡Ah de la vida! ... ¿Nadie me responde?”
Quevedo
Quevedo
hablando, sencillamente:
como en un cantar de amigo.
Nazim, Marcos, Lina Odena,
Nina van Zandt, compañeros
en la libertad más bella.
La libertad del que forja
un pueblo libre: Miguel
Hernández cavó la aurora.
¡Ah de la vida! Preguntas
a tientas: “el mar”, “el campo”...
Las olas se han vuelto mudas.
Veintidós años... Decidme
cómo es un árbol. Quién silba
arriba en el aire libre.
Quién me recuerda. Quién llama
desde el fondo de la mina.
Espaciosa y triste España.
La libertad por el suelo.
Tú la levantas, la apoyas
en el hombro del obrero.
El olivo y las espigas
te dan la mano, se pasan,
brisa a brisa, la consigna.
Como en un cantar de amigo
escribo lo que me dictan
la fábrica y el olivo.
Blas de Otero
Ya dejaste tu graffiti?
Publicar un comentario