Pegarle de Chanfle es una forma de definir a la manera en que habilidosos jugadores le pegaban a la pelota de fútbol, a los efectos de imprimirle una dirección inesperada o poco previsible para el arquero rival.
Un viejo compañero, cada vez que discutíamos decisiones políticas y sus eventuales resultados, solía traer a consideración el caso del “Pibe Chanfle”, a los efectos de querer significar que a pesar de haber una decisión, no estaba todo dicho. Eso lo graficaba con la expresión: “Esperá que la pique”.
El citado “Pibe Chanfle era –según este compañero-, una suerte de “Loco Abreu” de los partidos de barrio, que tenía la cualidad futbolística de saber pegarle a la pelota con un efecto tan poco previsible para el arquero rival, que siempre terminaba en la red. Esa forma de pegarle de “chanfle”, era lo que originaba su apodo.
Parece ser que en los últimos minutos de un partido definitorio de algún campeonato por el asado en el que era imprescindible que el cuadro del “Pibe Chanfle” ganara, su cuadro se ve favorecido por un tiro penal que de convertirse lo haría ganador y campeón. Ejecutar el tiro penal, como no podía ser de otra manera, se le otorga al hábil e infalible goleador, mientras la hinchada ya festeja de antemano el seguro triunfo. Pero, efectuado el tiro penal con el acostumbrado efecto “chanfle”, la pelota termina suavemente en las manos del arquero rival.
Frente a tal falla, sus compañeros le recriminan al “Pibe Chanfle” el haber errado el tiro penal, recibiendo como respuesta confiada: “Espera a que el arquero la pique”.
Con el proceso que se ha llevado a cabo con la ley interpretativa que apunta a eliminar la ley de caducidad y sus efectos, con sus idas y venidas ha tornado imprevisible saber lo que finalmente va a ocurrir. De ahí, que al igual que el “Pibe Chanfle”, ante cualquier diagnóstico que se nos pida, deberemos aconsejar “esperar a que la pique”.
Luego que la cámara de diputados la apruebe y el Presidente la promulgue, recién –al menos en este partido que se ha jugado a nivel legislativo-, habrá terminado la posibilidad de dar la respuesta del “Pibe Chanfle”.
Por esa razón, es importante, que tanto este 19 de mayo, acompañando la paralización del PIT/CNT, estemos en el Palacio Legislativo, y al otro día llenando como nunca la avenida 18 de julio para que este 20 de mayo de reclamo de verdad y justicia, sea el último con ley de caducidad. Que lo sea sin impunidad, será el resultado de las batallas que nos esperan.
Raúl Olivera Alfaro
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