Se acusa a Mladic de ser el responsable de la muerte de siete mil musulmanes entre hombres y niños en Srebrenica en 1995. Serbia comenzó el proceso de extradición del ex general al tribunal de crímenes de guerra en La Haya.
El despiadado líder militar serbio Ratko Mladic se encontraba anoche en una celda a punto de enfrentar un juicio por crímenes de guerra. Las autoridades estuvieron 16 años buscando a quien se cree fue el responsable de la peor masacre de civiles desde la Segunda Guerra Mundial. Mladic, de 69 años, fue alojado en una celda para crímenes de guerra en Belgrado, luego de un arresto domiciliario en una casa humilde de un familiar suyo, en una pequeña aldea al norte de Serbia. Cargaba consigo dos pistolas, pero se entregó sin resistencia. Fue arrestado por efectivos serbios de seguridad a las 5.30 de ayer en la aldea de Lazarevo. Se encontraba en una casa de ladrillos amarillos que había pertenecido a su primo, Branko Mladic. Los vecinos nunca lo habían visto. Según dijo Rasim Ljajic, un ministro serbio que se ocupa de crímenes de guerra, cuando Mladic salió de la casa estaba pálido y parecía aun más viejo que los 69 años que tiene.
Esta detención allana el camino para que Serbia se integre a la Unión Europea. El país era considerado una nación paria por la Unión Europea, por haber fracasado en arrestar al hombre responsable de la muerte de siete mil musulmanes, hombres y niños, en Srebrenica, en 1995. Increíblemente, Mladic era considerado como un héroe por muchos compatriotas por su rol en las guerras balcánicas de la década del ’90.
“Damos por terminado un período difícil de nuestra historia; hemos quitado la mancha del rostro de Serbia”, dijo el presidente Boris Tadic en un anuncio a toda pompa. Dijo que Serbia había comenzado el proceso de extradición del ex general al tribunal de crímenes de guerra en La Haya, donde se lo condenará a cadena perpetua en caso de encontrarlo culpable de genocidio y otros cargos.
La casa donde fue encontrado el genocida venía siendo vigilada desde hace meses. La esposa de Mladic, Bosiljka –quien intentó declararlo muerto el año pasado–, y su hijo dijeron que se encontraban shockeados y sorprendidos por la noticia que terminó con años de búsqueda, falsos escondites y obstáculos por parte de las autoridades serbias. A pesar de los millones de dólares que pesaban sobre su cabeza, Mladic pudo vivir un largo tiempo abiertamente en Serbia antes de tener que esconderse, una vez que las autoridades comenzaron a cercar sus pistas. Cuando Slodoban Milosevic estaba en el poder, Mladic iba a ver partidos de fútbol y no reparaba demasiado en esconderse. Pero cuando Milosevic fue destituido en 2000, la búsqueda de su paradero se tornó más seria, y a partir de allí dejó de mostrarse en público por diez años.
Se cree que los ultranacionalistas fieles a Mladic, que permanecían en el ejército serbio y en la policía tras la caída de Milosevic, lo tenían escondido. También se supone que esos remanentes fueron responsables de las filtraciones en las investigaciones acerca del paradero de Mladic. La presión que ejerció la Unión Europea y la OTAN sobre el gobierno reformista serbio para dar con el genocida hizo que éste se convirtiera en el primer obstáculo para la integración de Serbia a la Unión Europea.
El verdadero punto de inflexión se dio con el repentino arresto en 2008 del líder de los serbiobosnios, Radovan Karadzic, casi irreconocible por la barba y el pelo largo, posando como un gurú new age. El había estado viviendo con bajo perfil en Belgrado bajo un nombre falso. A partir de ahí comenzó a acelerarse el ritmo de la cacería.
Hubo numerosas redadas. En noviembre de 2008, una fábrica privada y la casa de su dueño fueron allanadas en el pueblo central de Valjevo. En 2009, la policía internacional allanó la casa de la hermana de Mladic, en la parte controlada por Serbia de Sarajevo.
Mladic está acusado de homicidio y otros crímenes contra la humanidad, uno de los cuales está considerado la peor atrocidad de la guerra en Bosnia: la masacre de al menos siete mil musulmanes en el pueblo Srebrenica, en julio de 1995. También enfrenta cargos por el asedio de tres años y medio sobre la capital bosnia de Sarajevo, el cual dejó más de 10 mil muertos durante bombardeos indiscriminados contra la ciudad. Junto con Radovan Karadzic, Mladic se convirtió en un símbolo de la campaña serbia de limpieza étnica en la guerra. Karadzic, en juicio en La Haya, envió su solidaridad a Mladic por su arresto. Un cartel que decía “Mladic héroe” fue colgado en la entrada de la casa donde fue arrestado. La policía serbia prohibió ayer todas las reuniones y elevó los niveles de seguridad a lo largo del país en caso de una reacción violenta del nacionalismo.
Vesna Peric Simonjic *
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página 12.
Fuente: Página 12
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