Estimados compañeros y compañeras:
Agradezco tan amable invitación por parte de los organizadores y más todavía, la atención de todos ustedes. No soy proclive a tanta formalidad, pero la FOICA, ustedes y la Memoria de quienes hoy recordamos y homenajeamos, merecen nuestro más profundo respeto.
La vida nos ha enseñado que las causas de la clase obrera y trabajadora se mezclan, se confunden, se entrelazan y que el tiempo no hace más que potenciarlas. Tal es así, que en un mismo acto – como el de hoy – se puede realizar una referencia a la industria, un homenaje a los trabajadores, un tributo a la lucha y un clamor por Justicia.
Desde el siglo pasado, las luchas de los trabajadores adquirieron un lugar destacado en el trayecto histórico del Uruguay. Las principales demandas de los obreros frigoríficos estaban dirigidas a defender las fuentes de trabajo y al desarrollo de acciones reivindicativas. Cimentaron la organización sindical y lograron la ley de los Consejos de Salarios como conquista para todo el movimiento.
Marchas, ocupaciones, huelgas de hambre, que junto a los jóvenes, daban vida a aquella gran consigna del año 1958 que logró la Ley Orgánica de la Universidad de la República: “Obreros y estudiantes, unidos y adelante”
Con la dictadura llegó también el cierre de los frigoríficos, agudizando el deterioro provocado por la crisis económica, desmembrando así uno de los polos gremiales más fuertes del país. Aunque el Frigorífico Nacional, se mantuvo hasta 1978, cuando el gobierno dictatorial - abolió su monopolio del abasto a Montevideo - liberalizando los precios del sector agropecuario.
La intensa movilización desplegada desde siempre, encontró la forma orgánica en su gremio, fruto del desarrollo de conciencia y la entrega voluntaria de un puñado de obreros que, con disciplina conciente, generaron las condiciones para construir la mejor de las herramientas en manos de sus compañeros, la Unidad orgánica para defender sus derechos.
Cada 28 de mayo es un reconocimiento explícito a todos los trabajadores de los frigoríficos - de Montevideo y del interior del país.
Hoy, sus compañeros, sienten la misma emoción y el compromiso asumido por estas nuevas generaciones de trabajadores, que seguramente, no dejarán trampear su destino.
La lucha obrera, recogió el noble tributo de la vida de seis compañeros caídos en defensa de sus derechos, transformándolos en mártires de un abnegado gremio. Así pasaron a integrar la honrosa memoria de los trabajadores de la industria frigorífica y en un símbolo para todo el movimiento sindical perdurable a través de la historia.
Por todo esto, y para que éste día no se convierta al paso del tiempo, en una mera placa, foto o monumento que los recuerde, nuestro compromiso será con la memoria histórica y el libre ejercicio de la Justicia, y ella la que nos devolverá la Paz entre nosotros, sus familiares, sus amigos, sus compañeros… los de siempre.
Recordemos pues a los compañeros abatidos en la lucha en defensa de la clase obrera y sus principios sindicales:
1956: Ruben Paleo, Frigorífico Castro.
1957: César Muñoz, Frigorífico Nacional.
1961: Justo Páez, Frigorífico Anglo.
1962: Walter Motta, Frigorífico Nacional.
1964: Raúl Denis, Frigorífico Nacional.
1976: Nuble Yic, Frigorífico Nacional, desde donde resistió la huelga general contra el golpe de Estado en 1973. El 15 de marzo del 76, pleno auge de la dictadura, muere dentro de una unidad militar, luego de 5 meses recorriendo varios centros clandestinos de detención y torturas.
Hoy es oportuno hacer referencia a la Ley de Impunidad, vergüenza de casi todos los uruguayos. Una ley inmoral que ya fue declarada nula por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando dijo que es incompatible, violando el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención sobre desaparición forzada; por lo tanto carece de efectos jurídicos, y que lo que tiene que hacer nuestro país, es impedir que siga constituyendo un obstáculo para la investigación, juzgamiento y castigo de militares y policías que violaron los derechos humanos.
El 20 de mayo, a nuestro pesar, una vez más la Justicia quedó de lado.
Seguirá vigente la impunidad para quienes, portando uniformes y armas en nombre “de la patria”, cometieron los más aberrantes crímenes contra la humanidad.
Esta perversa ley, que mantiene infinitamente el tormento de las víctimas y sus familiares, debe ser anulada de nuestro sistema jurídico. La propuesta de conciliación nacional no puede basarse en la resignación, en el silencio, en el ocultamiento de la verdad y la negación de la justicia. Existen Derechos Humanos Fundamentales, que son inherentes a la naturaleza humana y no pueden ser desconocidos ni quitados por nadie.
La lucha por su eliminación continúa más fuerte que nunca, para que la Justicia sea una realidad y no un sueño, porque ella, es la base de la democracia.
No se olvidarán los sacrificios de la clase trabajadora ni de sus víctimas, quienes se mantuvieron firmes junto al pueblo en la defensa de sus derechos, procurando más y mejores conquistas.
No nos parece justo que este tema se reduzca a un tema político partidario.
Las graves violaciones a los derechos humanos, desde el Estado hacia la sociedad, son delitos de lesa humanidad y nunca pueden estar por debajo de una bandera partidaria. El gobierno se comprometió en su programa y ante la ciudadanía, en ANULAR la ley de Caducidad.
Quienes clamamos por verdad y justicia, no debemos optar por lo que es “correctamente político” o lo que es correcto. No nos interesa si se está ante una crisis de conducción o de liderazgo. La coherencia no tiene precio, al igual que los principios.
No nos refugiamos diciendo que “el hombre es dueño de su silencio y prisionero de sus palabras”. Vamos a gritar, a redoblar esfuerzos y a mantener la esperanza, porque estimulamos los valores éticos de unidad y solidaridad y estamos orgullosos de esta lucha por Verdad y Justicia, derechos de todos y responsabilidad del Estado.
¡Muchas gracias!
Día de los Mártires de la Industria Frigorífica
28 de mayo 2011
Marys Yic
Fotos: Marys Yic
Ya dejaste tu graffiti?
Publicar un comentario