Todos confiaban en la “Mandela Magic”, esa que permitió que Sudáfrica ganara los dos grandes torneos internacionales que se disputaron en su tierra, el Mundial de Rugby en 1995 y la Copa Africana de Fútbol en 1996. En los dos casos, el legendario dirigente presenció el partido inicial y el último. Pero Mandela nunca llegó. Por la noche, su bisnieta Zenani, de 13 años, murió en un accidente automovilístico y el duelo cubrió a su familia y a todo el país. Sin el saludo del líder salieron apagados a la cancha y sufrieron el acoso de los mexicanos hasta que un golazo de Siphiwe Tshabalala les devolvió la confianza. Tshabalala es zulú, la misma tribu a la que pertenece el actual presidente sudafricano, Jacob Zuma.
Fuente: Página 12
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