El asesinato de un menor por disparos de la guardia fronteriza de Estados Unidos, en la norteña Ciudad Juárez, mantiene conmocionada hoy a la población mexicana, ante el incremento de las agresiones del vecino del norte.

Anoche el presidente Felipe Calderón refrendó, en comunicado oficial, la más enérgica condena por la muerte del adolescente, ocurrida el pasado 7 de junio en las proximidades del Puente Internacional Paso del Norte, en el estado de Chihuahua, cuando un oficial de la Patrulla Fronteriza disparó contra un grupo de adolescentes.

El pronunciamiento de la Presidencia tuvo lugar horas después de la crítica emitida aquí por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Al conocer este reprobable hecho, el Ejecutivo federal instruyó a la cancillería que solicitara al gobierno de Estados Unidos la investigación "a fondo lo sucedido y castigar a los responsables".

También Calderón ratificó que el gobierno "utilizará todos los recursos a su alcance para proteger los derechos de los migrantes mexicanos".

Reiteró igualmente el rechazo "al uso de la fuerza desproporcionada por parte de autoridades migratorias de Estados Unidos en la frontera con México".

Sergio Adrián Hernández, de 14 años de edad, caminaba para encontrarse con su hermano en el Puente Negro y pedirle dinero para la escuela, pero fue baleado por un agente fronterizo, que supuestamente repelía una agresión a pedradas.

El padre de la víctima, Jesús Hernández, dijo a una emisora de radio local que "había muchos chavos (adolescentes) y los guardias empezaron a tirar balazos y le pegaron dos en la cabeza".

Con este deceso, suman 17 los mexicanos muertos o lesionados en lo que va de año debido al uso excesivo de la fuerza por parte de autoridades migratorias estadounidenses, la cual va en aumento, señaló la SRE.

En Ciudad Juárez y en general en el norteño estado de Chihuahua, la población achaca la muerte del adolescente a una "conducta xenofóbica y racista" en Estados Unidos como lo evidencia la reciente promulgación de la ley anti-inmigrantes de Arizona.

El homicidio del niño no es un caso aislado, sino un patrón de violencia en la frontera, señaló Laura del Alizal, experta en política exterior de la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana, en esta capital.

María Julia Mayoral

Fuente: PL