El periódico Diagonal charló con el escritor y activista Tariq Ali sobre la situación en Palestina y en el mundo con motivo de su último libro, ‘Conversaciones con Edward Said’ (Ed. Alianza).
DIAGONAL: ¿Por qué es importante recordar hoy, siete años después de su muerte, al intelectual palestino Edward Said?
TARIQ ALI: Said era un importante intelectual público, una voz disidente… Habló en nombre de los palestinos y se convirtió en la conciencia de Palestina. Era una figura muy valiente y muchas de las cosas que dijo cuando estaba vivo son hoy aún más ciertas.
D.: Edward Said defendió en sus últimos años el establecimiento de un solo Estado para Palestina/Israel, y usted también defiende esta idea…
T. A.: De momento es la única solución, porque la idea de un Estado palestino soberano y con sus propias fronteras ya no existe. Los israelíes jamás lo permitirán, y tampoco los países occidentales, que apoyan a Israel. Así es que, en vez de tener pequeñísimos “estaditos” sin ningún significado y permitir que gente corrupta dirija estos pedacitos de tierra con el apoyo de los israelíes, es mejor tener un solo Estado. No hay una autoridad palestina y nunca la hubo. En Palestina la única autoridad es el Ejército israelí. Además, si piensas en términos históricos, la solución de un solo Estado es la mejor posible. Los Estados étnicos no tienen sentido. Ya hay muchos palestinos viviendo en el interior de Israel, así que es una cuestión de crecimiento, y los sionistas dicen “esto significará que ya no podremos gobernar”, pero ¿por qué deberíais gobernar? Les quitáis a otros sus tierras, os asentáis en un mundo que odiáis… Los israelíes no quieren esto y no es algo que vaya a ocurrir rápidamente, pero es algo por lo que tenemos que luchar.
D.: ¿Qué se puede hacer en apoyo de los palestinos?
T. A.: No podemos depender de la UE ni de sus amos en los EE UU para aportar una presión real a Israel, la única arma que nos queda es el boicot, las desinversiones y las sanciones, lanzar una campaña para boicotear a ese país, para no comprar sus productos, para desinvertir… Es lo que debemos hacer, como hicimos con Sudáfrica. Es un camino lento, pero no hay otro camino.
D.: ¿Cambia algo para Palestina o el mundo la llegada de Obama al poder hace más de un año?
T. A.: Obama es una continuación de Bush, igual que Bush fue una continuación de Clinton, y Clinton de Bush padre. La política exterior y la política imperial estadounidense es continua. Obama es más inteligente y tiene una cara más bonita, pero es un presidente imperial que está llevando a cabo las políticas del imperio estadounidense.
D.: Obama ha dado continuidad a guerras como la de Afganistán. ¿Qué consecuencias tendrá sobre la zona?
T. A.: Mientras siga la ocupación de Afganistán, habrá una creciente desestabilización en Pakistán, y más tarde o más temprano el Ejército tomará el mando del país. No puedo ver otro futuro de momento. La acción de los estadounidenses ha sido negativa para toda la región, y su presencia está aumentando la amenaza del terrorismo. Es increíble cómo los europeos aceptan esto. Las encuestas muestran que la mayoría de los europeos se oponen, pero las élites no tienen independencia, y lo que las guerras de los últimos diez años muestran es la debilidad de Europa.
D.: En cuanto a Iraq, se han celebrado nuevas elecciones y los medios hablan de democracia y de la próxima salida de las tropas...
T. A.: Los estadounidenses no se van a retirar de Iraq. El petróleo está controlado de nuevo por las compañías extranjeras, lo cual es un gran paso atrás para las esperanzas del país. EE UU está construyendo grandes bases donde habrá tropas estadounidenses. Y allí permanecerán si no hay una insurrección que los expulse. Mantendrán Iraq bajo control porque si retiran sus tropas la influencia iraní en el país será muy fuerte, y EE UU no quiere que esto ocurra. Han destruido la unidad de Iraq a través de la guerra y la ocupación, han matado y visto morir bajo la ocupación a un millón de iraquíes, hay cuatro millones de refugiados… ¿Es esto un gran triunfo?
D.: A pesar de todo, ¿no está EE UU sufriendo una imparable pérdida de poder ante el ascenso de otras potencias, como China o India?
T. A.: Esto es cierto a nivel económico, pero no a nivel político. EE UU es dos veces más fuerte que Rusia, China e India juntas. Usa su fuerza militar para dominar el mundo y nadie en este momento puede amenazar ese poder militar. No hay ninguna evidencia que demuestre que están perdiendo su poder. Van a ocupar permanentemente Iraq, están en Afganistán, probablemente irán a otros lugares, tienen bases militares en 90 países y acaban de establecer bases permanentes en Colombia. Es un plan muy cuidadoso para la dominación del mundo, y cuando se dice “están hundiéndose, así es que no tenemos que hacer nada, ocurrirá automáticamente”, es un pensamiento basado en ilusiones y es un argumento que lleva a la pasividad.
D.: ¿Existe hoy alguna esperanza con ciertos procesos transformadores abiertos en América Latina?
T. A.: Sudamérica es el único continente en el que existe esperanza porque los gobiernos bolivarianos han intentado hacer algo por la gente pobre que los llevó al poder. Tienen que hacer mucho más, pero el inicio ha sido importante. No sabemos si esto durará o tendrá éxito. EE UU hará todo lo posible por desestabilizar a estos gobiernos, como ya lo intentó con Venezuela. Lo que está ocurriendo es un desafío al mundo y a las viejas oligarquías de Sudamérica, pero el proceso debe profundizarse más y deben seguir involucrando a la gente a todos los niveles para que sientan que tienen un interés en esos gobiernos. Hay desarrollos muy interesantes, y hay que construir sobre ellos. Y para volver a Palestina, es muy interesante que cuando ocurrió el ataque contra Gaza [en diciembre de 2008] y Occidente intentó cerrar los ojos, los dos países que expulsaron a los embajadores israelíes fueron Bolivia y Venezuela, y esto debería hacer pensar a la gente.
Crisis económica y desmovilización
“Creo que las derrotas de los ‘90 calaron hondo en las conciencias de la gente. Muchos piensan que no hay alternativa y hay mucho temor. No se dan cuenta de que los líderes son incapaces de resolver la crisis porque son parte del problema.
Y no puedes culpar a los bancos, debes culpar a los políticos que desregularon con las estructuras financieras todos y cada uno de los países, y llamaron ‘reformas’ a la privatización, a la desregulación, a la desindustrialización que tuvo lugar en muchos lugares de Europa. Ésta es la causa principal de la crisis, y lo que se necesita es una inversión pública masiva y la intervención del Estado.
Aceptan la intervención del Estado para salvar bancos pero no la usarán para intervenir y crear nuevas industrias, para crear trabajo, y el Estado jamás lo hará mientras no haya un movimiento de masas desde abajo. Y no hay un movimiento de masas porque los sindicatos son débiles, porque no hay esperanza en ningún partido político, así que la gente se queda en casa rezando o esperando que algo bueno vendrá. Desgraciadamente, aprenderán a fuerza de escarmentar”.
Gladys Martínez López
Fuente: Diagonal
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