17 junio 2010

Diego Forlán: el hombre que silenció las vuvuzelas en Pretoria


Foto: EFE


El delantero uruguayo Diego Forlán consiguió hoy lo que tantos habían intentado y nadie había conseguido: acallar, al menos por un momento, las escandalosas vuvuzelas en la Copa Mundial de fútbol Suráfrica-2010.

Un doblete del atacante del Atlético de Madrid disminuyó los niveles de entusiasmo de la hinchada local en el partido del grupo A entre Uruguay y los Bafana Bafana, disputado en el capitalino estadio Loftus Versfeld y ganado 3-0 por los primeros.


Foto: Reuters


La anotación inicial de Forlán en el minuto 24 sembró la duda en la gradería, pero no minó por completo el espíritu de los seguidores surafricanos, quienes seguían confiando en la remontada y generaban una bulla inconcebible.

Pese a que el once anfitrión no mostrada signos de mejoría, su barra continuó optimista hasta el minuto 80, cuando un penalti sobre el atacante Luis Suárez prácticamente sentenció el cotejo en favor de los suramericanos.

Para colmo, el portero Itumeleng Thune recibió una tarjeta roja directa por impedir una clara ocasión de gol al derribar a Suárez en el área chica.

Tras unos minutos de incertidumbre en espera del ingreso a la cancha del cancerbero suplente Moneeb Josephs, la debacle se consumó cuando Forlán acertó en el cobro de la pena máxima y colocó el 2-0 en el lumínico.

Con dos anotaciones debajo y un hombre de menos, la fortaleza de los parciales locales no soportó más y colapsó: la nutrida batería de vuvuzelas se apagó y en los restantes 10 minutos apenas se sintió ruido en el centenario recinto.




Por primera vez en el certamen se escuchó el aliento de una afición visitante por encima de los parciales de Suráfrica. La banda charrúa no desaprovechó la ocasión y entonó a toda voz su canto de guerra "Soy Celeste" y se desgañitó gritando Uruguay, Uruguay...

El trabajo empezado por Forlán lo apuntaló el centrocampista Alvaro Pereira al decretar la goleada en tiempo de descuento y dejar en terapia a la selección anfitriona, obligada a ganar en su próxima salida ante Francia.




A la salida de la instalación algunos seguidores locales cantaban y bailaban, con la intención de tomar la derrota con deportividad, o quién sabe si para calentarse ante las bajas temperaturas.

Frank Marín Vergara

Fuente PL


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