El PIT-CNT hizo varias objeciones a la política económica del gobierno y exigió una mejor calidad de vida. Criticó las pautas del Poder Ejecutivo para la negociación salarial y marcó independencia: "No queremos tantos discursos de maravillas, queremos hechos".

"La lucha de clases sigue vigente", gritó ayer el dirigente sindical Richard Read en el acto que la central obrera realizó al mediodía en plaza Cagancha. El de ayer fue el primer paro del PIT­-CNT realizado en el gobierno de José Mujica y se desarrolló con fuertes críticas a la política económica y empresarial del país.

Luego de una concentración en la explanada de la Universidad de la República, como estaba previsto, y de haber marchado por la avenida 18 de julio hasta la Plaza Cagancha se realizó el acto con la oratoria a cargo de los dirigentes integrantes del secretariado Ejecutivo del PIT-­CNT, Richard Read y Marcelo Abdala. También realizó un breve discurso el presidente de la Organización de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), Sixto Amaro, quien realizó fuertes críticas a la política económica anunciada por el actual gobierno, apuntando sobretodo al aumento del dólar y el efecto que causará en el consumo de la ciudadanía en general. "Un hecho que beneficia y privilegia al sector empresarial", indicó al reclamar un aumento en las jubilaciones de todos los pasivos y pensionistas.

Fue el primer paro realizado en el gobierno de José Mujica y precisamente a los 100 días del inicio de su gestión. La marcha estuvo encabezada por los trabajadores de la fábrica Metzen y Sena y contó con la presencia de los distintos sindicatos, como el del sector de la bebida, los metalúrgicos, la construcción, la salud y la educación.

Sobre las once de la mañana el representante del sector de la bebida, Richard Read "encendía" los discursos repasando los recientes conflictos sindicales que han ocupado la agenda pública, como lo fue el de Conaprole, y realizaba un severo discurso separando la posición política de los reclamos sindicales, de la Negociación Colectiva y de los Consejos de Salarios públicos y privados que ya están en marcha.




"La gente sigue viviendo en la periferia en malas condiciones de vida, hay que ser guapo para levantarse y salir a buscar el pan con los gurises al costado... no vivimos en el país de las maravillas, no queremos tantos discursos de maravillas, queremos hechos, que mejore la calidad de vida de la gente", señaló.

"¡Cómo no vamos a estar en las calles reivindicando nuestros derechos!, seguiremos estando las veces que sean necesarios, no importa el gobierno que esté, porque seremos independientes de cualquier gobierno, porque lo que nos ata a nosotros son los intereses de la clase obrera, que nadie se equivoque, no somos dependientes ni de partidos, ni gobiernos, somos dependientes de la clase obrera, de su familia y de la sociedad en su conjunto".

Luego habló el dirigente de los metalúrgicos Marcelo Abdala que prosiguió en la misma línea de reclamos, señalando la necesidad de que sean colocados en la agenda pública dos temas de importancia para la central obrera, uno "el escandaloso 30% de los trabajadores que aún están en la informalidad" y "los diez trabajadores por semana que se accidentan en los lugares de trabajo" por falta de seguridad laboral.

Luego cuestionó con mayor dureza a la política económica del gobierno y el funcionamiento de los Consejos de Salarios, ya que los trabajadores no están de acuerdo con los parámetros establecidos desde el Poder Ejecutivo para establecer los ajustes de los salarios.

"El gobierno estableció que los aumentos se harán teniendo en cuenta el PBI y el IPC de cara al futuro, además de la productividad de cada empresa y eso no satisface a la central obrera", dijo Abdala, y reclamó, en nombre del PIT­-CNT, convenios colectivos con aumentos salariales superiores a la productividad de las empresas y que el gobierno no "menoscabe" el trabajo de los empleados públicos.

Finalmente se refirió a la situación política de Chile y el triunfo reciente de la derecha en el país andino, advirtiendo que en Uruguay las cosas "deben cambiar o cambiar", para que no suceda lo mismo.

"Nuestro pueblo viene diciendo que las cosas cambian o cambian. Hay que analizar y ver lo que sucedió en la hermana República de Chile cuando no se avanza con profundidad, con energía y con inteligencia política. Cuando no se avanza en cambios profundos y hay una fotocopia pálida de viejos esquemas de carácter neoliberal", advirtió.

Y prosiguió: "Ojo al gol, porque a veces los pueblos pueden decir que lo que gobierna es una fotocopia pálida, 'queremos de vuelta a los neoliberales"'. "Acá hay mucha responsabilidad, este pueblo votó un programa y la clase obrera tiene un programa; debemos entre todos generar otras condiciones para otra política económica y social que este al servicio del pueblo", señaló.

Daniela Fassanello

Fuente: La República