27 diciembre 2010

Uruguay: Aparece muerto y mutilado ex soldado "testigo clave" en causas de los DDHH




Un ex soldado, de unos 60 años de edad, de los batallones 13 y 14 fue cruelmente asesinado. Se trata de Julio Ruperto Ramírez, de Colonia, que trabajaba en una explotación agropecuaria en la isla El Sauce, del río Uruguay, frente a la ciudad de Nueva Palmira.

Ramírez fue encontrado con la cara y el pecho destrozados, un brazo mutilado y con una puñalada en el abdomen, según relataron sus hermanos a La República.

Su cadáver habría sido arrojado al río. El feroz asesinato se habría producido entre el 12 y el 13 de diciembre pasado y el cuerpo se habría encontrado alrededor del pasado martes 21 de diciembre en aguas del río Uruguay. Sin embargo la Prefectura argentina, responsable del hallazgo no permitió a los hermanos de Julio Ruperto Ramírez realizar el reconocimiento porque según argumentaron podría "impactarles demasiado". De todas maneras, no habría dudas acerca de que Julio Ruperto Ramírez fue asesinado y según fuentes muy allegadas, la causa sería el haber aportado información sobre enterramientos de desaparecidos en Uruguay, vinculados a los establecimientos militares en donde trabajó.

Julio Ruperto Ramírez trabajaba legalmente en el establecimiento de Diego Gómez y su causa se halla actualmente en el juzgado argentino de Paranacito, aunque los familiares fueron llevados hasta Gualeguaychú.

El juez de la causa está de feria hasta el próximo 15 de enero, fecha en la cual recién se podría realizar la autopsia del ex soldado uruguayo.

Julio Ramírez habría estado con un conocido quien al igual que su patrón fueron interrogados sobre el caso. Según trascendió, ambos coincidieron en que Ramírez se había caído de un pontón el domingo 12 de diciembre, aunque las condiciones en las cuales fue encontrado no responden a ese testimonio.

El ex soldado habría aportado datos y hasta un croquis que aún se conserva sobre enterramientos de desaparecidos en la cancha de fútbol del Batallón 13, conocido como "el Infierno (para los presos) o el "300 Carlos" (según la jerga militar).

Hacía pocos días, Ramírez se habría reunido con dos conocidos, uno de los cuales se ubica actualmente en la ciudad de Mercedes, y fue citado para declarar sobre el caso de desaparecidos recientemente encontrados en el departamento de Soriano.

Ramírez también prestó servicios como soldado en el Batallón 14 de Toledo, donde hay pistas sobre la existencia de un cementerio clandestino de desaparecidos, llamado "Arlington" y donde próximamente se reanudarán las excavaciones para encontrar cuerpos de desaparecidos.

Según el antropólogo José López Mazz, hay evidencias de movimientos de tierras en el Batallón 14 de Toledo, que delatarían la existencia de la denominada "operación Zanahoria". Allí se hallaron restos óseos que están siendo analizados. La República consultó al antropólogo José López Mazz y al ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, pero ambos dijeron no tener noticias sobre el caso. Según fuentes contactadas por La República, el ex soldado uruguayo habría sido asesinado por militares argentinos que, renovando el "Plan Cóndor", fueron informados por militares uruguayos de las declaraciones de Ramírez.




El testimonio de José Jorge Martínez

Según el testimonio del periodista fallecido José Jorge Martínez, "en el batallón Nº 13 funcionó, a partir de mediados de la década de los '70, el centro de torturas de las Fuerzas Armadas. No fue el único, pero sí el más grande y conocido, por el que pasó la mayoría de los detenidos políticos y sociales de aquella época: varios miles de compatriotas. El objetivo fue, antes que la destrucción del cuerpo, el aniquilamiento de la conciencia. Antes que matar, destruir psíquica y moralmente. Eso significó llegar hasta los límites de lo físico, límites que, a veces, se traspusieron. Algunos de los muertos, como estamos viendo estos días, fueron enterrados en el mismo predio militar. Pero la mayoría sobrevivió. La tortura en el batallón 13, es decir en el Infierno (para los presos) o en el "300 Carlos" (según la jerga militar), fue descripta por el periodista José Jorge Martínez en uno de los capítulos de su libro "Crónicas de una derrota-Testimonio de un luchador", editado por Trilce, que alterna la reconstrucción de las luchas de la izquierda durante la segunda mitad del siglo pasado con las memorias de la cárcel y la tortura".

Víctor Carrato

Fuente: La República


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