El "maestro", "un sabio de las letras", "un hombre sencillo y cercano" y "un conocedor del mundo rural" son sólo algunos de los elogios que los cerca de 14.000 vallisoletanos que desfilaron este viernes por la capilla ardiente de Miguel Delibes dedicaron al escritor fallecido a los 89 años.

Una procesión interminable de personas de todas las edades y condiciones sociales ha dado el último adiós al novelista en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Valladolid, hasta el que han llegado más de sesenta coronas de flores, una de ellas entregada por la promoción de Policía Municipal de Valladolid que lleva el nombre el autor.

Además de coronas y centros, muchos asistentes han depositado junto al féretro ramos y flores sueltas, no sin antes mostrar sus condolencias en los libros colocados en una mesa frente al salón de recepciones, donde además se han acumulado varias obras del autor.

Para muchos sobraban las palabras, a algunos se les escapaba una lágrima y otros besaban el cartel con la imagen de Delibes colocado en la entrada del salón como muestra de despedida. Ni el frío ni el cansancio han desanimado a quienes han querido despedir al escritor y la cola de gente ha llegado a dar la vuelta a la Plaza Mayor a lo largo de la tarde.

El olor de las flores depositadas en la capilla se percibía desde la entrada del Consistorio, donde los curiosos se agolpaban para ver cómo desfilaban cientos de personas por las escaleras de subida y bajada al salón de recepciones.

"Calculamos que cada hora están entrando más de 1.600 personas y tenemos previsto cerrar la capilla a las 22.00 horas, pero depende de la gente que haya (a la espera de entrar)", ha comentado uno de los agentes de la Policía Local que controlaba la salida del salón de recepciones.

Los flashes de las cámaras de fotos y de los teléfonos móviles han deslumbrado durante toda la tarde la capilla ardiente, en la que familiares, periodistas, autoridades y ciudadanos de a pie han despedido a Delibes.

Carteles en la ciudad

Un centenar de carteles, con una fotografía en color del escritor con la leyenda 'In Memoriam', pregonan desde primera hora de la tarde en Valladolid el fallecimiento de quien es Hijo Predilecto de la ciudad desde 1986. Los carteles han sido impresos con carácter de urgencia y distribuidos en los centros y edificios de titularidad municipal, han informado hoy fuentes del Ayuntamiento de Valladolid.

Esta iniciativa tiene el doble objetivo de informar a los ciudadanos del óbito y de rendir homenaje a su figura.

Elogios del mundo de la cultura

Además de elogios para el escritor, algunos asistentes, como el escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo y el vicepresidente segundo del Senado y ex presidente de Castilla y León, Juan José Lucas, han lamentado que Delibes no fuese reconocido con el Premio Nobel.

Personajes de la música castellanoleonesa, como el dúo Candeal y el cantante de Celtas Cortos, Jesús Cifuentes; y de la política, como la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, también se han acercado a lo largo de la tarde hasta la capilla para acompañar a los familiares del escritor. También figuras de la interpretación han querido despedirle, como Concha Velasco y Lola Herrera, que tuvo el privilegio de interpretar Cinco horas con Mario.

A primera hora de la mañana visitó la capilla ardiente la ministra de Culturas, Ángeles González-Sinde. La ministra, en declaraciones a los periodistas, ha destacado la actitud "pegada a la realidad" que siempre caracterizó al autor, fraguada en la elección de temas y asuntos "absolutamente vigentes y contemporáneos", y tratados por igual tanto en su faceta periodística como literaria.

"Abordó asuntos que siguen siendo actuales como los conflictos morales o entre personas", ha precisado González-Sinde, quien ha elogiado la economía y la precisión del lenguaje que siempre utilizó en sus obras "por razones estéticas y también éticas".

El cortejo fúnebre partirá mañana a las 11.30 horas desde Ayuntamiento rumbo a la catedral metropolitana de Santa María para celebrar el funeral por el eterno descanso del escritor.

Fuente: Público