Grecia vive hoy una nueva jornada de protestas contra el plan de austeridad implementado por el Ejecutivo para sacar al país de la crisis que en las últimas semanas desencadenó el pánico en la eurozona.
Los dueños de gasolineras convocaron para este miércoles a una huelga de 24 horas en rechazo a la nueva obligación de dar recibos a los clientes, medida que busca controlar el fraude y la evasión de impuestos.
El paro se suma a otro iniciado la víspera por el personal médico de los hospitales públicos y trabajadores de la empresa estatal de suministro eléctrico.
Los trabajadores rechazan la suspensión de las retribuciones de horas extraordinarias, la congelación de salarios, el alza de precios y el incremento de la edad de jubilación.
La ola de protestas aviva la ya compleja situación social en este país, sacudido en los últimos 30 días por tres grandes paros nacionales y manifestaciones diversas de condena al plan de recortes gubernamental.
El escándalo de la falsificación de las cuentas públicas de gobiernos precedentes para poder ser admitidos en la moneda europea se destapó a finales de 2009 con la llegada al poder de los socialistas.
A instancias de la Unión Europea, el gobierno de Atenas impuso su severo paquete de recortes con el propósito de enfrentar la deuda pública que aquí supera 110 por ciento del Producto Interno Bruto.
El plan de austeridad gubernamental, que ha caldeado los ánimos a nivel social, pretende reducir el déficit de 12,7 por ciento registrado en 2009 y llevarlo a menos de tres por ciento en 2012.
Fuente: PL
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