Comienza a descorrerse el manto de olvido en torno a la figura de Ricardo Altamirano Alza cuyos restos fueron encontrados recientemente en Buenos Aires.

A la información aportada por La República ahora se suma el hecho de que el único tío por línea materna que aún vive, y fue contactado por la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz (Comipaz) extrayéndole una muestra de sangre para ser sometida a análisis de ADN, que será cotejado con los restos encontrados en el cementerio bonaerense. Ulises Alza (82 años) es el único tío por línea materna que aún vive en Montevideo y que podría dar la clave para reconfirmar la información que ya se posee.

Como informáramos el Equipo Argentino de Antropología Forense, se encontró en el Cementerio Santa Mónica de Melo en la provincia de Buenos Aires una tumba NN, donde entre otros restos estaba el de Ricardo Altamirano Alza, un mercedario nacido en 1934 y que no figuraba en ninguna lista de detenidos desaparecidos.

La noticia difundida por La República generó una serie de comentarios en Mercedes al punto que Wilfredo Eizaga, que en la década de los 70 integraba la Dirección de Investigaciones de la Policía al ver su fotografía dijo recordarlo junto a Hugo Altesor integrante del Partido Comunista de Montevideo que vivió en Mercedes y que según se dice llegó a la ciudad a "armar los cuadros" políticos, y eran dos "que nos complicaban la vida". Eizaga lo recuerda como "uno flaquito" que se dedicaba "a tirar panfletos subversivos alrededor de la Plaza Independencia". Comentando "se sospechaba que estaban acomodados con determinado dinero" por el partido "para hacer política".

En tanto Ulises Alza, el único tío vivo, al dialogar con La República recordó que Ricardo Altamirano viajó primero a Buenos Aires y luego al interior argentino. Indicando que previamente había vivido en Montevideo donde trabajó repartiendo correspondencia en la zona de Carrasco. Si bien no mantenía un contacto fluido con Ricardo, su tío Ulises Alza tenía noticias de él a través de otros integrantes de la familia. Según le dijeron en Argentina Ricardo Altamirano formó pareja y tuvo un hijo que padecía una deficiencia física y que murió al poco tiempo. "Lo único que sabíamos era que estaba desaparecido" comentó Ulises Alza, indicando que su hermana, Leonor Alza, la madre de Ricardo murió en una Casa de Salud de Montevideo después de la muerte de su hijo. "Se decía que había desaparecido por problemas de pollera" comentó Ulises Alza, un relato muy común realizado a los familiares por los militares de la época. Ahora se sabe que no tuvo hermanos directos ni indirectos, faltando solamente confirmar los registros de ADN de análisis realizado a su único familiar directo, o sea don Ulises Alza que con 82 años vive en Montevideo.

Muestra frente al ex-cuartel

Amplia repercusión ha tenido la información aportada por La República sobre el hallazgo de los restos de Ricardo Altamirano. Como se recordará el lunes pasado informábamos que en el Cementerio Santa Mónica del partido de Merlo, en el conurbano Oeste de la Provincia de Buenos Aires, se habían encontrado los restos de Ricardo Altamirano Alza, asesinado por la Policía bonaerense en 1976. Casi todos los medios de prensa del departamento reprodujeron la información aportada por La República al tiempo que una fotocopia ampliada de la edición del lunes pasado fue incorporada a la muestra "Nomeolvides" que integrantes de grupo de ex presos políticos y familiares de víctimas de la dictadura vienen exponiendo en diferentes plazas de Mercedes. Esta muestra fotográfica realizada por Annabella Balduvino y Elbio Ferrario del Museo de la Memoria en Mercedes, se centra en la figura de Alfredo "Tito"Bosco Muñoz, quien hubiera cumplido 57 años el 29 de setiembre pasado. Junto a fotos de Bosco y de otros detenidos desaparecidos, los integrantes de familiares y ex presos políticos de Soriano decidieron incorporar una fotocopia ampliada del la edición del lunes pasado de La República. Muestra montada en Plaza Artigas, frente a la actual Terminal de ómnibus, ex Cuartel General Luna, el lugar donde diversos relatos de víctimas y testigos, aparecidos recientemente, afirman que se torturó a presos políticos durante la pasada dictadura.

Aldo Roque Difilippo

Fuente: La República