12 abril 2010

Muchachas de Abril (21/4/1974)


SILVIA REYES. 19 AÑOS. EMBARAZADA
LAURA RAGGIO. 19 AÑOS
DIANA MAIDANIK. 21 AÑOS


En la madrugada del 21 de abril de 1974 un operativo de las Fuerzas Conjuntas ingresa a la casa de la familia Barrios buscando a Washington Barrios (hijo).

El operativo fue dirigido por el Batallón de Artillería Nº 1 con apoyo de Artillería Nº 2, a cargo del Gral. Juan Rebollo y la participación de los Gales. J.C. Rapela y E.Cristi, los Mayores A. Méndez y José “Nino” Gavazzo, el coronel Manuel Cordero y los entonces capitanes Mauro Mauriño, Julio César Gutiérrez y el Tte. Jorge Silveira.

Preparados para la guerra rodearon la manzana, coparon las azoteas y asaltaron la casa. Cuando abren la puerta entran amenazando a sus ocupantes y preguntando por Washington Barrios, lo confunden con su padre por llevar el mismo nombre y se abalanzan sobre él, hasta que uno grita: “No, a ese no lo maten que es el padre”.

En medio de un griterío infernal y ráfagas de ametralladoras se dirigen al apartamento de enfrente derribando la puerta. Entraron disparando y ametrallando todo el apartamento, estaban por todos lados.

Allí se encontraban durmiendo SILVIA REYES de 19 años y sus dos compañeras de estudios y de lucha, LAURA RAGGIO de 19 años y DIANA MAIDANIK de 21 años. Las tres jovencitas fueron asesinadas a sangre fría.

En el operativo mataron también a Dorval Márquez, un agente de policía que volvía del trabajo a su casa en bicicleta y que confundieron con Washington.

Los vecinos linderos debieron salir y esconder a sus hijos ya que la balacera era tan grande que parecía traspasar las paredes. Hubo más de 140 tiros que fueron contados luego por la familia y allegados.

Sacan los cuerpos al otro día luego de montar una ratonera toda la noche para esperar a Barrios, pero éste no aparece.

El padre de Silvia debió reconocer a su hija en la morgue del Hospital Militar y contó más de 30 impactos de bala en su cuerpo, donde además llevaba un embarazo de 3 meses de gestación.

Le sacó el anillo de matrimonio de la mano derecha y se lo envió a Washington que ya estaba clandestino en Argentina, donde después sería secuestrado. Hoy continúa desaparecido.

El velatorio se hizo en la casa materna de Silvia. La presencia militar no impidió que los vecinos llegaran en silencio y se fueran ubicando en la vereda de enfrente, donde armaron una cadena humana. Cuando salió el féretro, una lluvia de rosas rojas cayó sobre él. Con las manos unidas la gente formó el espontáneo y cálido cortejo.

En el año 2007 el juez, Dr. Pablo Eguren, dispuso el archivo del expediente que investigaba el asesinato de las tres muchachas en 1974. El magistrado clausuró la investigación a pedido del fiscal Enrique Möller.

Este caso es uno más en un océano de horror y perversidad. La impunidad sigue vigente a la espera de que el Parlamento Nacional anule la Ley de Caducidad y pueda ser reabierto para que los asesinos paguen sus culpas.

Por las tres muchachas de abril y por todos ellos… MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA Y NUNCA MÁS!

Marys Yic


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