18 marzo 2009

El encuentro menos pensado



Foto: Efe


MAS ALLA DE TODO
DE PABLO MILANES Y CHUCHO VALDES


Ni Chucho es aquí aquel músico de Irakere ni Pablo el héroe de la Nueva Trova. Con perfiles distintos, se juntaron para una producción especial dominada por aires de bolero y balada romántica, pero donde hay lugar, también, para el son, la rumba, el filin y el jazz latino.

Karina Micheletto


Representan a Cuba, con perfiles bien distintos, como si cada uno proyectase una idea musical diferente de la isla, uno en la canción, otro en la música instrumental. Más allá de la nacionalidad compartida y de la generación común a la que pertenecen (dato que por tratarse de Cuba no es secundario), que se hayan reunido para una producción especial es algo que no venía cantado en absoluto. Pablo Milanés y Chucho Valdés se juntaron para tomar el mando de letra y música, respectivamente, de una producción especial dominada por aires de bolero y balada romántica, pero donde hay lugar, por supuesto, para el son, la rumba, el filin y el jazz latino.

Más allá de todo se llama el disco que les demandó un par de años de preparación, editado por estas tierras por Universal, presentado el año pasado por el flamante dúo en una gira por España. Son diez canciones marcadas por las cuestiones que rondan en torno del amor y el desamor, pero que también abren espacio a otras incursiones poéticas. Como el homenaje escrito por Milanés para “Pilar”, la madre de Valdés (así se llama el tema), ante quien el autor de “Yolanda” se declara “como un hijo menor que ya te va queriendo”, según dice en la letra. O la rumba que cierra el disco, una descripción del “ser cubano” en clave de sorna que lleva el nombre de un rasgo identitario de los habitantes de la isla (“Choteo”, que vendría a ser algo así como esa actitud relajada ante la vida, ese “dejar hacer, dejar pasar”, virtud y pecado de los hermanos del Caribe).

El piano de Chucho Valdés no es el de la potencia de Irakere, el de la exuberancia del ritmo ni el de las incursiones virtuosas por el universo del jazz al que le imprimió su sello latino –y cubano–. Valdés se suma a la palabra en versiones pianísticas reflexivas, gentiles y delicadas, que lo confirman como un versátil instrumentista de la música popular. Mientras tanto, el Milanés que aquí se escucha –y que hace rendir especialmente su voz– no es el héroe de la Nueva Trova, sino más bien otro que también acusa larga data: el que se luce como intérprete de boleros.

Reunidos con la certeza de que ocuparían las bateas de world music del mundo –ya lo hacían por separado, por supuesto–, Milanés y Valdés no suenan como guiados por ese propósito, no se trata de un dúo casual. Lo que suena en Más allá de todo es una producción con sustancia, obra de dos músicos comprometidos con un pasado que los vio brillar en la música, desde Cuba al mundo. Algo que se agradece frente a tanta juntada guiada por los hechiceros del marketing.

Fuente: Página 12








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