A diecinueve años de su disolución, uno de los proyectos artísticos que se convirtió en el sistema nervioso y emocional de la mayor parte de los uruguayos, el dúo Los Olimareños, volverá a reunirse para ofrecer un concierto que se realizará en mayo en el Estadio Centenario.
Jorge Yuliani
El célebre dúo compuesto por los olimareños Pepe Guerra y Braulio López volverá a cobrar forma aunque por única vez y específicamente para este concierto que se realizará en nuestro máximo coliseo deportivo en el mes de mayo y en fecha aún a determinar.
Ayer, al cierre de esta edición aún faltaba determinar si serán uno o dos los recitales que ofrecerán alrededor del 18 de mayo, fecha que recuerda el apoteósico recibimiento que recibieron en 1984 en el propio Estadio Centenario cantando bajo la lluvia ante más de sesenta mil personas.
Pepe Guerra junto a Braulio López durante años, y aún cuando debieron marchar al exilio, alcanzaron una dimensión artística insospechada y de formidable repercusión y prestigio internacional, y prácticamente bajo la tutela de los entrañables Ruben Lena y Víctor Lima, el dúo tuvo una convivencia compositiva y expresiva de alta incidencia y solvencia.
Los Olimareños, con cuarenta y cuatro discos editados, recorrieron el mundo entero y obtuvieron innumerables discos de oro y platino.
El grupo se disolvió en 1990 y aunque desde entonces cada uno de sus integrantes siguió recorriendo la senda de la canción popular de manera individual, el dúo permaneció vivo en la memoria colectiva de todos los uruguayos como un punto referencial.
Más que un conjunto de canto popular, Los Olimareños se han constituido en un fenómeno social irrepetible.
En la etapa más dura del país, a partir de 1973, los Olimareños fueron prohibidos, pero sus canciones permanecieron porfiadamente en los labios de la gente, tanto en los centenares de miles de uruguayos que emigraron como en los que se quedaron.
Tras la disolución de dúo, Braulio López había afirmado premonitoriamente lo siguiente "Nosotros fuimos la primera piedra del canto, junto a otros que surgieron fuimos los primeros que escarbamos para que Uruguay cantara más sus cosas, que las había, pero estaban subterráneas... No creo que Los Olimareños se terminen aunque hayamos dejado de cantar, porque la gente los recogió en su memoria y van a quedar para siempre acá, en el Uruguay. Y me atrevo a decir más, en Latinoamérica, porque el nombre Los Olimareños es muy significativo también en otros países".
Por su parte, Pepe Guerra afirmó que "Los Olimareños valen por lo que cantan, por lo que hicieron, por su trayectoria, por el buen gusto para elegir su repertorio y porque las voces se amalgamaban bien. En último caso por un misterio indescifrable. La gente sigue escuchando a Los Olimareños a través de los discos y lo que hay que cuidar es lo que generaron, lo que aportaron a la música popular, lo que significaron".
Lo cierto es que tanto Pepe como Braulio son un pedazo enorme de un modo del ser y estar uruguayos. Con una estética que se ha nutrido considerablemente de los modos y quehaceres del cancionero o mapa de la música popular contemporánea y latinoamericana, Los Olimareños se reconocen por su cuidada arreglística y por ese equipaje de cuño coral que le proporcionó su santo y seña o más concretamente su identidad.
En el concierto del mes de mayo en el Estadio Centenario se podrán escuchar canciones que le marcaron el camino a varias generaciones de uruguayos con la forma de andar y de decir de Los Olimareños. Sin duda podrán escucharse "El orejano", "Isla Patrulla", "Los orientales", "Ta llorando", "Milonga del fusilado", "Del Templao", "A Don José", "Rumbo", "A Simón Bolívar", "La ariscona", "De cojinillo, "A mi gente", del Sabalero José Carbajal y otras tantas canciones que forman parte de lo más destacado del cancionero popular uruguayo.
En esta sociedad globalizada del siglo XXI, el olvido, en el caso de las canciones de Los Olimareños, no existe.
Fuente: La República
Ya dejaste tu graffiti?
Publicar un comentario