La noticia quema. El mufti de Arabia Saudí, máxima autoridad religiosa del país, acaba de emitir una fatua que permite (permitir es un eufemismo, la palabra exacta sería imponer) el matrimonio de niñas de 10 años de edad. El tal mufti (me acordaré de él en mis oraciones) explica el porqué: dice que la decisión es “justa” para las mujeres, al contrario de la fatua anterior, que establecía en 15 años la edad mínima para el matrimonio, cosa que Abdelaziz Al Sheji (ese es su nombre) consideraba “injusto”. Acerca de las razones de este “justo” y de este “injusto”, ni una palabra, ni siquiera se nos dice si las niñas de 10 años fueron consultadas. Es cierto que la democracia brilla por su ausencia en Arabia Saudí, pero, en un asunto de tanto melindre, podría haberse abierto una excepción. En fin, los pedófilos pueden estar contentos: la pederastia es legal en Arabia Saudí. Otras noticias que queman. En Irán fueron lapidados dos hombres por adulterio, en Pakistán cinco mujeres fueron enterradas vivas por querer casarse por lo civil con hombres que ellas habían elegido… Aquí me quedo. No aguanto más.
José Saramago
Fuente: El cuaderno de Saramago
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