El presidente del Uruguay, José Mujica, ha dicho, con razón, que más que los derechos humanos de los abuelos le importan los derechos humanos de los nietos.
Ha legado, entonces, una clara enseñanza a los nietos: el Estado puede asesinar, torturar, violar, robar y “desaparecer” a sus ciudadanos y no será castigado.
Juan Gelman
Fuente: Página 12
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