06 junio 2011

Barcelona: Las declaraciones de un portavoz sindical

Foto: EFE


Supongo, aunque cueste admitirlo, que la información que leo en la prensa es correcta [1].

El viernes 3 de junio un representante sindical de la policía, Antonio Castejón, dio una rueda de prensa. No se cortó un pelo, tiene futuro policial asegurado. Como en el caso de los verbos alemanes, al final va su nombre.

El portavoz sindical de los Mossos justificó las cargas policiales del pasado 27-M contra los indignados de la Plaza de Catalunya de Barcelona dado que, aseguró, representaban “un grave problema” de orden público” y porque, imagínense, “fins i tot”, incluso algunos antidisturbios llegaron a sentir miedo.

Lamentó, además, ¡ya estaba bien, narices!, que en Barcelona cualquier procedimiento estuviera permitido contra la policía catalana.

Los antidisturbios, según AC, estaban plenamente satisfechos de la cerrada defensa que de su actuación había hecho el señor Felip Puig, ese conseller de Interior que tanto recuerda a Corcuera, al peor Rubalcaba, a Mayor Oreja y a Ángeles Acebes. No estaban acostumbrados, añadió, pensando en Saura y en el tripartito y en sus cámaras y su moderadísimo código ético.

¿Por qué estaban justificadas las cargas según el portavoz? Tomen nota: porque detrás del cordón policial había “alborotadores” que intentaban pinchar las ruedas de los vehículos de limpieza y, por si fuera poco, llevarse los objetos que se habían retirado de la plaza, es decir, los que la policía acababa de robar. Por si faltara algo, añadió el portacoz… perdón, el portavoz, los concentrados ejercieron una “desobediencia activa”: ¡se negaron a irse después de que los antidisturbios les hubieran golpeado con las porras y les habían ordenado que se apartasen! Pero, ¡qué se han creído!

Aquí, concluyó AC, en Barcelona, se respeta muy poco a la policía, no como en los viejos y gloriosos tiempos. Las autoridades deberían buscar, apuntó una nota para su agenda, algunas soluciones delante de un problema que sólo ocurre en Barcelona.

El portavoz es representante de un sindicato del Mossos d’Esquadra. Tomen nota de su nombre: lloren, no paren y que la rabie transite velozmente por todas sus venas y arterias: SME-COOO, una sección sindical que por cierto edita una revista que lleva por nombre “Escamot”, que entre sus acepciones incorpora la palabra castellana “pelotón”.

PS: También el viernes 2 de junio se celebró el “Dia de les Esquadres”. ¿Dónde? Empezó en la basílica de Santa Maria del Mar. En ese magnífico escenario, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, saludó a los jefes de los Mossos al acabar la eucarestía y aseguró que el Señor estaba presente en las actuaciones de la policía catalana. No dio indicios de cómo podría comprobarse tal afirmación ni dejó de tener en cuenta la actuación de los antidisturbios del 27-M.

No es improbable que la decisión de celebrar un acto religioso, en una fiesta tradicionalmente laica, esté en el haber de Felip Puig y Josep Milán, subdirector operativo de los Mossos. En Catalunya, vale la pena recordarlo, la vicepresidenta de gobierno pertenece a un partido fundamentalista cristiano de derecha conservadora, amiguísimo del Opus Dei, defensor de un moral sexual-familiar de puertas hacia fuera, moral que sus miembros incumplen mil doscientas veces por día y estación y, puestos en ello, entusiastas financiadores de escuelas donde se separa a los niños por su sexo.. o tal vez por un género que van construyendo poco a poco.

El conseller horas después habló en el Auditorio mientras algunos indignados protestaban en los alrededores. Entre sus palabras vale la pena recordar el paso en que dijo estar orgulloso del cuerpo policial y que la única persona, la única, que había compartido con él hasta la fecha ese orgullo y honor había sido Montserrat Tura del PSC-PSOE. Pues tal vez en esto no se equivocó el conseller y jefe de los golpeadores.

Salvador López Arnal

[1]- Público, 4 de junio de 2011, p. 4 (edició catalana)

Fuente: Rebelión

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