A las amenazas de veto de Tabaré Vázquez y de excomunión por parte de Monseñor Cotugno, los políticos que apoyan la Ley de Salud Sexual y Reproductiva suman otra resistencia: la Agrupación Contra el Aborto en Uruguay, que promete identificarlos y escracharlos.

La Cámara de Diputados vota hoy la eventual despenalización del aborto, dentro de la Ley de Salud Sexual y Reproductivay bajo la amenaza de la jerarquía católica de excomulgar a los legisladores que apoyen esa iniciativa.

Los legisladores deberán examinar y votar el proyecto de ley sobre salud sexual y reproductiva que contiene esa despenalización parcial del aborto (en los supuestos de que se realice en los primeros tres meses de embarazo, cuando hay riesgo para la madre y en caso de penurias económicas).

En vísperas del debate parlamentario, cerca de 3.000 personas, lideradas por la organización Pro Vida, marcharon por el centro de Montevideo en contra de esa legalización.

No sólo la Iglesia se paró firme frente a la posible aprobación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que prevé la despenalización del aborto en algunas circunstancias. A la campaña firme de Monseñor Cotugno, que amenazó con pedir la excomunión de los legisladores que apoyen la ley, y los anuncios de veto por parte del presidente Tabaré Vázquez, otras agrupaciones dieron a conocer su voz.

La A.C.A.U, la agrupación contra el aborto en Uruguay, emitió un comunicado en el que aclara que “está en juego la vida de seres inocentes, que no tienen ni voz ni voto, pero a través de la gente que sí tenemos voz y voto haremos que esta decisión, que quiere "permitir" el aborto hará que muchos que tienen esa bandera lo paguen caro...” “Los identificaremos, los escracharemos y si son políticos no los votaremos y tomaremos acción”, finaliza la misiva.

Mientras tanto, las expresiones del arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, asegurando que él mismo podría solicitar la excomulgación de quienes voten a favor de la ley de despenalización del aborto despertó una oleada de críticas por parte de varias personalidades políticas.

"Pensé que la Inquisición había terminado, pero parece que no", dijo al matutino El País el emepepista Álvaro Vega, mientras legisladores de otros partidos consideraron las declaraciones como una “presión indebida” y una “amenaza”, según Últimas Noticias.

Las declaraciones

“Creo que es una persona de palabra. No tengo motivos para pensar de que vaya a cambiar de opinión”, afirmó el arzobispo de Montevideo, refiriéndose al presidente Tabaré Vázquez, cuan se le preguntó si confiaba en que el mandatario vetaría una eventual despenalización del aborto.

En entrevista con el periodista Alejando Nogueira publicada por El País, Cotugno se mostró preocupado por el hecho de que el parlamento vote finalmente la despenalización. El religioso entiende que dicha consagración tendría influencia a nivel regional, y sus repercusiones podrían ser “un elemento enigmático para situaciones similares.”

Según Cotugno, “es tremendo” que sea la ONU quien impulse la despenalización del aborto a nivel mundial, agregando que “nunca hubo un cuestionamiento acerca de la naturaleza de la familia como la célula primordial de la sociedad.” El sacerdote católico enfatizó que su oposición a la iniciativa parlamentaria no tiene que ver con “presupuestos naturales que preceden el mismo existir del ser humano. Si nosotros desvirtuamos el denominador común de la naturaleza humana, pregunto a todos mis hermanos: ¿Qué referente universal puede haber en la humanidad que asegure los derechos humanos? ¿Qué derecho humano más fundamental que el de nacer y de vivir? ¿Quién es otro ser humano para decir "tú no vas a vivir, no tienen el derecho de nacer, tienes que morir"?”

Acera de la posibilidad de que la despenalización plebiscitaria se resolviera mediante plebiscito, Cotugno se mantuvo firme en la negativa. “Los valores del ser humano no se plebiscitan, son anteriores a la razón humana, a la libertad. Mil ciegos no ven más que un tuerto, afirmó.

La ley de salud reproductiva divide aguas en política electoral, dado que los precandidatos frenteamplistas estarían dispuestos a aprobar el artículo de despenalización, situación opuesta a lo que ocurre en filas del Partido Nacional. Sin embargo, Cotugno aseguró que la Iglesia Católica no recomendará a sus fieles la votación por un partido u otro. “Yo no le voy a decir a nadie que vote por fulano o que no vote a mengano. Cada uno tiene su conciencia y su responsabilidad”, asegurando que la legislación canónica pide a los sacerdotes abstenerse de intervenir en “lides partidarias que puedan dividir la comunidad cristiana”.

El arzobispo recordó que “todo aquel que vote, apoye, promueva el aborto entra de hecho en la excomunión.”. Dicha sanción se aplica “ipso facto”, sin necesidad de la actuación de un funcionario de la Iglesia. Sin embargo. Señaló que existe otra instancia de excomunión, que surge del análisis de una situación por parte de la autoridad religiosa, y su fallo al respecto. A entender de Cotugno, quienes voten por el aborto podrían enfrentar también estas sanciones. Para el jerarca, dicho asunto debería ser tratado en la Conferencia Episcopal y también en el episcopado latinoamericano, pero aseguró que “En comunión con el Papa y con todos los obispos”, votaría la excomunión.

Cotugno indicó que las nuevas leyes impulsadas por la actual administración. Como la unión concubinaria o la adopción de niños por parejas homosexuales forma parte de “una crisis antropológica de la que se desprenden consecuencias que todos estamos constatando a diario: la violencia, la droga que destruye”.

Asimismo, manifestó que la institución religiosa no le preocupa la eventual impopularidad que puedan granjearle resoluciones que vayan en conra de las tendencias sociales de la actualidad. “A la Iglesia, si no la vemos como un pueblo que sigue a su fundador, que es Jesucristo, y que el único éxito popular que tuvo fue el Aleluya del Domingo de Ramos que a las pocas horas se transformó en una crucifixión, no se entiende nada”, concluyó.

Fuente: Montevideo Portal