El ex presidente de facto de Argentina, Reynaldo Bignone, fue condenado ayer a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).

Bignone y otros cuatro represores fueron hallados culpables de homicidio agravado, allanamientos ilegales, privación ilegítima de la libertad e imposición de tormentos en perjuicio de decenas de víctimas.

El dictador de 83 años fue presidente de facto de Argentina en el tramo final del régimen militar, entre el 2 de julio de 1982 y el 10 de diciembre de 1983, y el año pasado ya fue condenado en dos juicios a prisión perpetua.

Además, está en marcha un proceso en su contra por el robo de 33 bebés nacidos en centros clandestinos de detención y entregados en adopciones ilegales, delito compartido con el también dictador Jorge Rafael Videla.

En agosto próximo comenzará otro juicio en el que Bignone y cuatro represores más están acusados de haber secuestrado a 22 víctimas, cinco de las cuales fueron torturadas.

Las organizaciones de derechos humanos celebraron la nueva condena al ex dictador, pero más el primer fallo en contra del ex subcomisario Luis Patti, quien también fue condenado a cadena perpetua este jueves.

Patti fue un temido Policía en la dictadura, pero ya en democracia logró ganar elecciones y se convirtió en intendente del municipio de Escobar, a las afueras de Buenos Aires, aunque con la reanudación de juicios contra represores ya no pudo volver a ser candidato.

También fueron condenados a cadena perpetua el ex jefe de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros y el ex oficial de inteligencia del Primer Cuerpo del Ejército, Martín Rodríguez, mientras que el ex comisario Juan Meneghini recibió sólo una pena de seis años.

Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, afirmó que “es un día muy importante para toda la Argentina” porque los fallos permiten “sanar y curar, sin olvidar, pero todavía falta mucho".

Fuente: La Jornada