25 mayo 2012

Ya es oficial: George W. Bush es un criminal de guerra.




En lo que es la primera condena de este tipo en cualquier parte del mundo, el ex presidente de EE.UU. y siete miembros clave de su administración fueron hoy (11 de mayo) declarados culpables de crímenes de guerra.



Bush, Dick Cheney, Donald Rumsfeld y sus asesores jurídicos Alberto Gonzales, David Addington, William Haynes, Jay Bybee y John Yoo fueron juzgados in ausencia en Malasia.

El juicio, celebrado en Kuala Lumpur, contó con testimonios desgarradores de las víctimas de la tortura que sufrieron a manos de soldados y contratados estadounidenses en Irak y Afganistán.


Se incluyeron el testimonio del británico Moazzam Begg, un ex preso de Guantánamo y de la iraquí Jameelah Abbas Hameedi que fue torturada en la tristemente célebre prisión de Abu Ghraib.


Al final de la audiencia de una semana de duración, el tribunal compuesto por cinco miembros dictó por unanimidad veredictos de culpabilidad en contra de Bush, Cheney, Rumsfeld y sus asesores legales clave, quienes fueron condenados como criminales de guerra por tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Transcripciones completas de los cargos, declaraciones de testigos y demás material pertinente se enviará ahora al Fiscal General de la Corte Penal Internacional, así como a las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad.

La Comisión de Crímenes de Guerra Kuala Lumpur solicita también que los nombres de Bush, Cheney, Rumsfeld, Gonzales, Yoo, Bybee, Addington y Haynes sean introducidos e incluidos en el Registro de la Comisión de Criminales de Guerra para conocimiento público.

El tribunal es la iniciativa del retirado Primer Ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, quien se opuso firmemente a la invasión estadounidense de Iraq en el 2003.

Mohamad estuvo presente a lo largo de toda la audiencia, ya que tomó las declaraciones personales y testimonios de tres testigos nombrados Abbas Abid, Moazzam Begg y Hameedi Jameelah. El tribunal también escuchó otras dos declaraciones del ciudadano iraquí Ali Shalal y de Ahmed Rahul, otro ciudadano británico.

Tras dictarse el veredicto de culpabilidad alcanzado por cinco jueces de alto nivel, Mahathir Mohamad, dijo: "Los países ricos están escapando de sus crímenes."

El experto en crímenes de guerra y abogado Francis Boyle, profesor de derecho internacional en la Universidad de Illinois, Facultad de Derecho en Estados Unidos, formó parte del equipo de la fiscalía.

Después del caso dijo Boyle: "En el mundo, esta es la primera condena de estas personas".

Mientras que la audiencia es considerada por algunos como puramente simbólica, el activista de derechos humanos Boyle dijo que tenía esperanzas de que Bush y compañía podrían pronto enfrentarse a juicios similares en otras partes del mundo.

"Tres veces hemos intentado detener a Bush en Canadá, pero estas iniciativas fueron frustradas por el gobierno canadiense, entonces temimos que Bush se fuera a Suiza. El intento español fracasó debido a su gobierno y lo mismo sucedió en Alemania. "

A continuación, cuando se le preguntó acerca de la credibilidad de la iniciativa de Malasia, Boyle hizo referencia a la Carta de Nuremberg, la cual se utilizó como estructura de este tribunal. Citó: "Los dirigentes, organizadores, instigadores y cómplices participantes en la formulación o ejecución de un plan común o conspiración para cometer crímenes de guerra son responsables de todos los actos realizados por cualquier persona en ejecución de dicho plan".

EE.UU. está sujeto al derecho internacional y los principios de la Carta de Nuremberg, dijo Boyle, quien también cree que el juicio de una semana de duración, fue "casi con toda seguridad" monitoreado muy de cerca por funcionarios del Pentágono y la Casa Blanca.

El Profesor Gurdial Singh Nijar, que dirigió la acusación dijo: "El tribunal tuvo mucho cuidado en respetar escrupulosamente las normas establecidas por los tribunales de Nuremberg y los Tribunales Penales Internacionales".

Añadió que era optimista de que el Tribunal se continuara en otras partes del mundo donde "los países tienen el deber de juzgar a los criminales de guerra" y citó el caso del ex dictador chileno Agusto Pinochet quien fue detenido en Gran Bretaña para ser extraditado a España por los cargos de crímenes de guerra.

"Pinochet había estado tan sólo ocho años fuera de la presidencia cuando eso sucedió."

En el caso Pinochet fue la primera vez que varios jueces europeos aplicaron el principio de jurisdicción universal, declarándose competentes para juzgar los crímenes cometidos por los ex jefes de Estado, a pesar de las leyes de amnistía locales.

A lo largo de la semana, cuando los testigos comparecieron y durante el contra interrogatorio de la defensa encabezada por el abogado Jason Kay Kit Leon, el tribunal estuvo repleto de juristas y estudiantes de derecho.

El tribunal escuchó cómo:

• Abbas Abid, un ingeniero de 48 años de edad, de Fallujah, en Iraq le habían quitado sus uñas con tenazas.
• Ali Shalal fue atado con cables eléctricos pelados, electrocutado y colgado de una pared.
• Moazzam Begg fue golpeado, encapuchado y puesto en confinamiento solitario.
• Jameelah fue desnudado, humillado y fue utilizado como escudo humano mientras era transportado por helicóptero.


Los testigos también detallaron que hasta hoy tienen lesiones residuales.

Moazzam Begg, que ahora trabaja como director para el grupo Cageprisoners de derechos humanos con sede en Londres dijo que estaba encantado con el veredicto, pero añadió: "Cuando la gente habla de Nuremberg hay que recordar que los procesados fueron todos juzgados después de la guerra".

"En estos momentos Guantánamo sigue abierta, las personas aún permanecen allí y siguen siendo torturadas allí."

En respuesta a las preguntas acerca de la diferencia entre la administraciones de Bush y Obama, agregó: "Si el presidente Bush era el presidente de la tortura extrajudicial entonces el presidente de EE.UU. Barack Obama es el presidente de la ejecución extrajudicial a través de ataques aéreos no piloteados. Nuestro trabajo acaba de empezar."

La acusación se basaba en demostrar cómo quienes tomaban las decisiones al más alto nivel -el presidente Bush, el vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa Rumsfeld, con la ayuda y complicidad de los abogados y los otros comandantes y funcionarios de la CIA- actuaron todos de acuerdo. La tortura fue aplicada de forma sistemática y se convirtió en una norma aceptada.

Según la acusación, el testimonio de todos los testigos expuso una permanente perpetración de acciones brutales, bárbaras, crueles y deshumanizantes en contra de las víctimas. Estos actos criminales se han aplicado de forma acumulativa para infligir el peor dolor y sufrimiento posible, dijeron los abogados.

El presidente del tribunal, Tan Sri Dato Lamin bin Haji Mohd Yunus Lamin, encontró que la fiscalía había establecido más allá de "una duda razonable que los acusados, el ex presidente George Bush y sus co-conspiradores participaron en una red de instrucciones, memorandos, órdenes, asesoramiento jurídico y acción que establecía un plan y un propósito común, empresa conjunta y/o conspiración para cometer los delitos de Tortura y Crímenes de Guerra, incluido y no limitado a un plan común y propósito para cometer los siguientes delitos en relación con la "guerra contra el terrorismo" y las guerras desatadas por los EE.UU. y otros en Afganistán e Iraq."

El presidente Lamin dijo ante una sala repleta: "Como tribunal de conciencia, el Tribunal es consciente que su veredicto es de naturaleza meramente declarativa. El tribunal no tiene poder de ejecución, ni poder para imponer cualquier pena privativa de libertad a uno o más de los 8 condenados. Lo que podemos hacer, en virtud del artículo 31 del capítulo VI de la Parte 2 de la Carta es recomendar a la comisión Kuala Lumpur sobre Crímenes de Guerra presentar esta declaración de condena por el Tribunal, junto con un registro de estas actuaciones, al Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional, así como a las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad".

"El Tribunal también recomienda a la Comisión de Kuala Lumpur sobre Crímenes de Guerra que los nombres de los 8 condenados sean ingresados e incluidos en el Registro de la Comisión de Criminales de Guerra y en consecuencia, se haga público".

"El Tribunal recomienda a la Comisión de Crímenes de Guerra dar la mayor publicidad internacional a esta condena y garantice las reparaciones, ya que estos son crímenes universales para los que existe una responsabilidad de las naciones de iniciar acciones judiciales si alguna de estas personas acusadas entraran en sus respectivas jurisdicciones".

Yvonne Ridley

Traducción: Esquina Montevideo

Fuente: Information Clearing House

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