09 junio 2005

IV CONGRESO INTERNACIONAL CULTURA Y DESARROLLO: "Pensar al mundo desde la cultura; por la paz, la verdad y la emancipación humana"



Discurso de apertura de Rafael Bernal Alemany, Vice Ministro de Cultura - Junio 6, 2005

Estimados ministros.Distinguidos representantes de las organizaciones internacionales coauspiciadoras de este Congreso.Reconocidas personalidades, intelectuales y artistas, gestores culturales, mujeres y hombres comprometidos con la cultura, que nos honran con su presencia.
Sean bienvenidos a Cuba, la patria de José Martí, “el hombre más puro de la raza”, al decir de Gabriela Mistral, quien desde su tiempo nos legó esta verdad para todos los tiempos: “Ser culto es el único modo de ser libre”.Y de eso se trata hoy, de despejar vías y encontrar maneras de defender y difundir la cultura propia y universal, para alcanzar la libertad y la justicia que reclama la humanidad.
Los recibimos en esta isla caribeña, cálida por su clima y su gente, y los acogemos con toda la hospitalidad y cariño que ustedes merecen, con la modestia y austeridad que nacen desde lo más profundo de nosotros, pero sobre todo con mucho amor, esa sustancia conocida con que amasamos una estrella, como bien diría nuestro Nicolás Guillén.
Y los recibimos como acostumbramos los cubanos desde 1959: enfrascados en la incesante batalla a que nos obligan las permanentes agresiones de la cúpula fascista de turno, esa que gobierna hoy en el poderoso vecino del Norte, y que no cesa, ni un minuto, de hacer todo lo posible e imaginable por obstaculizar nuestro desarrollo, desacreditar el proyecto social de la Revolución, e inventar y difundir mentiras de todo tipo sobre Cuba. Todo su poder mediático, todos sus recursos han sido puestos al servicio de la consecución de esos objetivos, han sido dirigidos a la desaparición de Cuba como nación, como identidad y como ejemplo. Algo similar intentan ahora en la hermana Venezuela. Y es que cada día se hace más evidente la certera advertencia del Libertador Simón Bolívar: “Los Estados Unidos de América parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias a nombre de la libertad”
Pero nada lograrán: nos defiende algo tan sencillo y a la vez tan profundo como la verdad y las ideas que, en nuestro caso, encarnan en inclaudicables principios. Ésas son nuestras armas; ése es nuestro escudo. No los conocemos más eficaces. Y cada día los ponemos a prueba.Permítanme, a manera de ejemplo, referirme a un acontecimiento muy reciente:
Hace poco más de 24 horas, concluyó en esta misma sala el Encuentro Internacional contra el terrorismo, por la verdad y la justicia, donde más de 500 asistentes, muchos de ellos víctimas o familiares de víctimas del terrorismo, relataron desgarradores testimonios de los siniestros atentados organizados por la CIA, que se remontan a las sombrías operaciones de contrainsurgencia, tales como la Operación Cóndor, llevadas a cabo en Latinoamérica, para descabezar y desarticular los movimientos de liberación nacional, y que provocaron miles de muertos, desaparecidos y torturados, jóvenes en su gran mayoría, que constituían un esperanzador ejército de combatientes por la justicia y la dignidad de América.
Otros hechos terroristas que la memoria de los pueblos se resiste a olvidar, se recordaron y mencionaron aquí, como la abominable voladura del avión de Cubana de Aviación, en 1976, en la que perdieron la vida 73 personas inocentes.
Fueron estremecedores relatos, escuchados con dolor y tristeza que alimentan una creciente indignación ante el cinismo y la desfachatez con que el gobierno del Imperio protege y pretende ignorar, ante la opinión pública mundial, que uno de estos monstruos terroristas, tal vez el mayor de todos, engendrado y amamantado en su seno, Luis Posada Carriles, es el responsable intelectual o material de innumerables hechos terroristas en Latinoamérica, y particularmente de la voladura del avión cubano en Barbados.
Las reflexiones de los participantes en ese encuentro contra el terrorismo constituyen un llamado de extraordinaria fuerza para sensibilizar las conciencias y promover acciones de todo tipo para denunciar y proclamar ante el mundo quiénes son los verdaderos promotores del terrorismo, quiénes practican el terror de estado a través de las guerras que inventan para justificar su inmensa maquinaria bèlica; quiénes son los que con la mayor impudicia procrean y protegen a los más connotados criminales, ejecutores de estos hechos.
Cuando unimos nuestras voces y expresamos ante el mundo la verdad y reclamamos justicia, nuestra causa se potencia y fortalece. Eso es precisamente lo que quisiéramos lograr en este Congreso, a través de las armas de que disponemos, que son las armas de la cultura, oponernos resueltamente a la política y a los métodos neofascistas del Imperio y sus seguidores, que significan entronizar la anticultura, destruyendo la herencia cultural de la humanidad y su patrimonio histórico, para imponer a cambio un modelo hegemónico de cultura globalizada y pensamiento único, favorecido por su potencial mediático y diseñado para desmantelar la diversidad cultural y suplantar lo más legítimo de nuestra creación artística, por un mensaje cargado de frivolidad, alienado y banal.
Por estas razones, queridas amigas y amigos, en este Congreso vamos a levantar la voz para defender la cultura, porque salvar la cultura es salvar la humanidad.
En este incierto comienzo del tercer milenio de la era cristiana, cuando gran parte de los más de seis mil millones de seres humanos que poblamos este sufrido planeta, viven en condiciones apocalípticas provocadas por un orden económico internacional injusto, donde los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres; donde 1200 millones de personas viven en extrema pobreza; donde hay cerca de 1000 millones de analfabetos y 17 millones de niños menores de cinco años mueren anualmente por enfermedades prevenibles; donde la desigualdad alcanza niveles dramáticos, porque hoy, en este 2005, los ingresos de los países más ricos son 74 veces mayores que los de los países pobres, no es posible pensar en la cultura sin oponernos resueltamente, sin denunciar estas realidades que sobran para avergonzar al género humano.
Los hombres y mujeres de pensamiento, los creadores artísticos que enriquecemos y hacemos más hermosa la existencia humana, no podemos permanecer inertes e imperturbables ante este intencionado regreso a la barbarie, ante este intento de convertirnos en un rebaño apolítico, embobecido, manipulable y servil esclavo de los grandes centros de poder. A ello nos convoca también el movimiento internacional “EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD” el que, gestado en México hace a penas dos años ya hoy constituye una fuerza pujante de intelectuales y artistas a la cual este congreso ha de sumarse.
Hoy, a 400 años de las hazañas del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, obra inmortal de la literatura universal, todavía existen muchos entuertos que desfacer y muchos molinos que derribar, cargados de injusticia y ambición, de racismo e intolerancia, de explotación y desigualdad.
Y a nosotros, los que desde cualquier ámbito nos debemos a la cultura y sentimos por la cultura, nos corresponde, querámoslo o no, la misión de revivir los sueños, los afanes y las esperanzas del Caballero de la Triste Figura; tendremos que volver a salir por los caminos del mundo, Quijotes, por qué no, de esta época, para por lo menos tratar de convertir en realidad su sed incansable de justicia, movilizando con nuestra obra las conciencias; despertando los más nobles sentimientos de nuestros pueblos para constituir un valladar infranqueable que corte el paso a todos los intentos de agresión a la cultura en su más amplio sentido. Nos hace falta, como bien dice el lema de este Congreso: “Pensar el mundo desde la cultura, por la paz, la verdad y la emancipación humana”.
Ya sabemos que esas tareas pueden necesitar el esfuerzo de varias generaciones. No importa. Estamos convencidos de que otro mundo mejor es posible y hacia ese mundo nos dirigimos. Y, pese a todo, llegaremos a él. Ese es nuestro objetivo, y este Congreso de hombres de la cultura, importante jalón en el camino, seguramente lo confirmará, En este mundo, como dice Eduardo Galeano, “que camina como puede, al borde del abismo”, la salvación pasa por la cultura, o para decirlo con palabras de Martí:“Verso, o nos condenan juntos, o nos salvamos los dos”.
Muchas gracias
Posted by Hello

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