La jornada de ayer en Gotemburgo estuvo cargada de emociones, ideas y sentimientos compartidos más allá de edades, nacionalidades y creencias. A quienes participamos de la concentración y las asambleas que allí se realizaron, nos unía la justa indignación frente a un sistema criminal que a lo largo y ancho del planeta está condenando a amplios sectores de la población mundial en pos de salvaguardar a los grandes capitales.

De las distintas asambleas que se llevaron a cabo, surgieron conceptos importantes que habrá que seguir plasmando en próximas actividades.

Les dejo una pequeña muestra gráfica de lo que se vivió en la jornada de ayer y el agradecimiento a la compañera Ana Vilariño por sumar sus fotos a las nuestras. Gracias Ana por estar, aportar y compartir!!!

Ayer volví a casa con una sonrisa dibujada en los labios al comprobar que esta ciudad que habito empieza a despertar de su prolongado letargo y volví con la necesaria inyección de esperanza al sentir que no hemos luchado en vano y que viene toda una generación que asume la responsabilidad de avanzar en la construcción de ese otro mundo posible.


Silvia