Numerosos países y organizaciones internacionales encabezados por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, lanzaron hoy un ultimátum a Gadafi, luego de adelantar el comienzo de los sobrevuelos en la zona de Benghasi, Libia.
Pero del dicho al hecho apenas transcurrieron minutos. En lo que algunos medios de prensa locales comienzan a señalar como "una operación minuciosamente preparada por la OTAN", el despliegue de aviones franceses y británicos se hizo de inmediato.
Luego se sumaron naves estadounidenses, ataques con 110 misiles Tomahawk del Pentágono e ingleses, destrucción por aviones franceses de cuatro vehículos militares libios, supuestamente pertenecientes a las fuerzas de Muamar el Gadafi y otras acciones.
Todo esto ocurrió en un abrir y cerrar de ojos desde el fin de la cumbre extraordinaria convocada por el mandatario francés, Nicolás Sarkozy, y que tuvo la participación del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y numerosos jefes de Estado o Gobierno.
Junto a Sarkozy y Ban, estuvieron en el Elíseo la jefa de la diplomacia de Estados Unidos, Hillary Clinton, el primer ministro británico, David Cameron, y el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros líderes.
Asimismo, el titular de la Liga Arabe, Amr Musa; el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; la responsable de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, y el gobernante de los Emiratos Árabes Unidos, jeque Abdalá bin Zayed.
Sin embargo, todo el encuentro, que se redujo a un almuerzo y una reunión de alrededor de una hora, pareció más bien una formalidad mientras ya los aviones cazas galos, luego británicos y por último estadounidenses, sobrevolaban con agresividad Libia.
El lanzamiento de los misiles norteamericanos y los bombardeos de las naves galas a puestos de artillería antiaérea dieron de inmediato un vuelco a la misión, basada en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada el pasado jueves.
Fueron los primeros movimientos militares, según se desprende de los comentarios del canciller de Francia, Alain Juppé, quien dijo que se mantendrá esta tónica hasta que el líder libio ceda y cumpla "al pie de la letra" el dictamen de la ONU.
La resolución 1973 aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el establecimiento de una zona de exclusión aérea y otras acciones de fuerza para proteger a la población civil libia.
Rusia lamentó la intervención militar, Alemania se mantuvo ajena al dispositivo y varios dignatarios como los jefes de Estado de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, deploraron el empleo de efectivos militares contra Libia.
Fausto Triana
Fuente: PL
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