28 febrero 2009

Sean Penn dió encendido discurso tras ganar el Oscar



Foto: Clasos


Un apreciado contestatario, famoso por las luchas difíciles y los papeles desafiantes, Sean Penn es considerado como uno de los mejores actores y directores de su generación. A sus 48 años, Penn se alzó con el Oscar a Mejor Actor el domingo por su conmovedor papel como político homosexual en "Milk", en la que interpreta al líder político homosexual norteamericano Harvey Milk, asesinado en San Francisco en 1978.

"Ustedes: comunistas, homosexuales, hijos de pistolas", dijo Penn al iniciar su discurso de agradecimiento, dirigiéndose de forma irónica a quienes le apoyaron, usando los epítetos usuales con los que la ultraderecha ataca a quienes defienden los derechos de los homosexuales.

"No esperaba esto y quiero dejar en claro que se cuán difícil es hacer que me tengan aprecio", dijo el actor al recibir el galardón. Penn obtuvo su segundo Oscar como mejor actor, tras recibir el primero en el 2004 por su participación en "Mystic river", de Clint Eastwood.

En torno a quienes manifestaban en contra de los derechos de los homosexuales en las proximidades del teatro Kodak, Penn dijo: "Para los que vieron los letreros de odio cuando llegábamos esta noche a la gala, creo que ya es hora de que aquellos que votaron en contra del matrimonio homosexual (en un referendo el pasado mes de diciembre) piensen en la vergüenza que sentirán sus hijos si siguen por ese camino. Tenemos que tener igualdad de derechos para todos", sentenció Penn, seguido de una ovación de los asistentes.

Penn no es homosexual y tiene una imagen de hombre duro desde que, en los inicios de su carrera, se enfrentaba con los paparazzi. A pesar de eso, supo representar convincentemente el legendario encanto de Milk, que murió asesinado en 1978 en la alcaldía de San Francisco.

El actor también elogió la victoria de Barack Obama como Jefe de Estado norteamericano: "Me siento muy orgulloso de vivir en un país que puede elegir a un hombre elegante como Presidente", dijo en referencia al recientemente electo Barack Obama, y agregó: "orgulloso de un país que puede crear artistas valerosos como los nominados, artistas con coraje, que a pesar de las sensibilidades, salen nuevamente a relucir como Mickey Rourke, quien es mi hermano", finalizó.

Penn, de 48 años, se impuso en la categoría actoral a sus colegas Mickey Rourke, nominado por "The Wrestler"; Richard Jenkins, por "The Visitor"; Frank Langella, por "Frost/Nixon"; y Brad Pitt, por "The Curious Case of Benjamin Button".

Varios críticos calificaron la actuación de Penn como la mejor de su versátil carrera, que despegó tras su consagratorio papel como el surfista fumón Spicoli en "Fast Times at Ridgemont High". La carrera de este año por el premio a mejor actor fue una dura batalla entre Penn y Mickey Rourke, que logró un meritorio regreso a la escena interpretando a un maduro luchador que trata de mantenerse en el ring en "The Wrestler".



Sean Penn

Penn es hoy un ex "chico malo" de Hollywood que ha sido rescatista en el huracán Katrina, adversario del embargo contra Cuba, corresponsal para cubrir las elecciones de Irán en 2005, ha visitado al presidente Hugo Chávez en 2007 y también fue presidente del jurado del 61º Festival de Cannes.

El guionista de la película, Dustin Lance Black, dijo que el desempeño actoral de Penn había sido asombrosamente realista: "No sé cómo lo hizo. Sean habitó físicamente el cuerpo y el alma de Harvey Milk", consideró el escritor. Este personaje fue el último de una serie de papeles desafiantes en la carrera intachable de Penn, un miembro del denominado "brat pack" de 1980 que, pese a sus grandes éxitos y aclamación de la crítica, sigue manteniéndose como uno de los más firmes 'outsiders' de Hollywood.

Sólo el año pasado, Penn parecía despreciar los Oscar en una entrevista con el diario francés Le Monde, donde describió la temporada de premios de la industria como un periodo "donde la manipulación y el buen mercadeo son recompensados". El desdén de Penn por hacerle el juego al mercadeo del arte del cine es harto conocido; rara vez concede entrevistas y suele faltar a las ceremonias de premiación como la del mes pasado por los Globos de Oro, donde estaba nominado.

Foto:Telesur


Activista político

Mientras su carrera en el cine no ha hecho más que florecer, él como persona se ha convertido en un activista político capaz de fastidiar a los líderes más conservadores de Estados Unidos por criticar al ex presidente George W. Bush, y abogar abiertamente porque se revocara su mandato.

Fue fustigado por visitar Irak en diciembre en 2002, dos meses después de haber pagado 56.000 dólares por un aviso en el diario The Washington Post donde protestaba la "Guerra contra el Terrorismo" de Bush y la planificada invasión de Irak.

En los últimos años ha construido una relación amiga con el mandatario venezolano Hugo Chávez, otro de los "enemigos" de la administración Bush.

Nacido en Santa Mónica (California) en 1960, el segundo hijo del difunto director Leo Penn y de la actriz Eileen Ryan estaba destinado a dedicarse al cine y, tras estudiar arte dramático, hizo su debut en "Taps" en 1981. El éxito llegó poco después con "Fast Times at Ridgemont High", la primera de una serie de cintas que confirmaron sus prometedores inicios, entre ellas "Bad Boys", a la que debe su apodo.

En esa época, Penn era casi tan conocido por su carrera fílmica como por su mediatizado matrimonio con la cantante Madonna, con quien estuvo casado cuatro años desde 1985, y sus sonados altercados con fotógrafos. Tras la nada memorable "Shangai Surprise", que coprotagonizó con la diva, Penn se reconcilió con la crítica gracias a "Casualties of War" (1989), su primer trabajo con Brian De Palma, y "State of Grace" (1990), donde conoció a Robin Wright, su actual esposa y la madre de sus dos hijos.

A principios de los noventa, el actor cambió de rumbo y dirigió "The Indian Runner", antes de anunciar que no quería volver a actuar. "Prefiero dirigir, porque prefiero un trabajo concreto, activo", dijo entonces. Al poco tiempo, sin embargo, encarnó a un condenado en "Pena de Muerte", de Tim Robbins. Después de dirigir "The Crossing Guard", incumplió nuevamente su palabra y rodó una decena de películas, incluida "She's So Lovely" de Nick Cassavetes.

Cada vez que dijo no a la actuación volvió y bajo la dirección de grandes como Brian de Palma en "Corazones de hierro" (1989), por Terrence Malick en "La línea roja" (1998), por Alejandro González Iñárritu en "21 gramos" (2003) o por Sydney Pollack en "La intérprete" (2005). Su última obra como cineasta "Into the Wild" ("Hacia rutas salvajes", 2007), consolidó su figura como un director original e independiente.

Fuente: Cubadebate






Ya dejaste tu graffiti?