29 abril 2005

Cultura pa' todos



ANTE UN AUDITORIO QUE COLMO LA SALA MAYOR DE EL GALPON, RICARDO EHRLICH DIO A CONOCER SUS PENSAMIENTOS ACERCA DE LA CULTURA Cultura para todos, cultura necesaria como el pan de cada día, como el aire que exigimos trece veces por minuto * El miércoles a la noche ante un auditorio compuesto en su mayor parte por intelectuales y artistas, el candidato a intendente de Montevideo por el Encuentro Progresista - Frente Amplio - Nueva Mayoría, Ricardo Ehrlich, dio a conocer sus proyectos relacionados con el ámbito cultural.


El acto se desarrolló bajo la consigna "Montevideo crea, la cultura hace el cambio", en sala mayor de El Galpón, totalmente colmada de público. Con la conducción de Julia Moller y Augusto Mazzarelli actuaron Daniel Viglietti, el actor Julio Calcagno, Tabaré Rivero y su banda, Pepe Guerra, El Club de Tobi, Los Mareados y La Gozadera. Entre los asistentes se destacaba --entre otras-- la presencia de los escritores Mauricio Rosencof, Mario Benedetti, Fernando Butazzoni e Ignacio Martínez, de los músicos Pablo Estramín, Jorge Bonaldi, Lágrima Ríos, Adriana Ducret, Manuel Capella, Eduardo Larbanois, Marcel Chávez, Julio Brum, Fernando Yáñez, Susana Bosh, Walter Bordoni, Carlos Alberto Rodríguez; de los teatreros Raquel Diana, Nelly Goitiño, Ruben Yáñez, Héctor Guido, Marcos Flack, Marcelino Duffau, Sergio Dotta, María Varela, Carlos Frasca, Mario Jacob; de los periodistas Gerardo Bleier, Jorge Yuliani, María Rosa Carvajal y Tito Dangeolillo; de los jerarcas municipales Gerardo Grieco, Víctor Cunha y Elder Silva, del ministro de Trabajo y Seguridad Social Eduardo Bonomi y de un sinfín de personalidades que es imposible reseñar en estas líneas. Tras la actuación de los artistas, fue exhibido un video en el cual se reseñaban los logros culturales de la Intendencia Municipal de Montevideo en las tres recientes administraciones. Posteriormente, Erlich, quien se encontraba sentado en la platea junto a los espectadores, subió al escenario y ubicándose tras un estrado comenzó su discurso de 12.575 caracteres diciendo: "Amigas, amigos, vecinas, vecinos, ciudadanas y ciudadanos, compañeras y compañeros: Es muy grato encontrarme aquí hoy para hablar con ustedes de un tema que nos es común. Hay muchos ámbitos naturales y propicios para hablar de la cultura, y sin duda El Galpón es uno de los que simboliza el alma misma de dos palabras clave para nuestro diálogo de hoy, Montevideo y Cultura". Tras esta introducción recordó que "el pasado 31 de octubre, los uruguayos asumimos un compromiso mayor. Asumimos nuestro compromiso con el cambio. Hace 57 días, nuestro presidente, el doctor Tabaré Vázquez, nos llamaba a trabajar juntos por un Uruguay más fraterno, más solidario, más humano. Hoy, los invito, a reafirmar los compromisos asumidos y trabajar juntos, con el mismo entusiasmo con el que festejamos en octubre, con la misma alegría que desplegamos en marzo. Por más de 15 años estuvimos construyendo la capital del cambio. Hoy desde Montevideo, debemos ser actores principales en la construcción del Uruguay del cambio. Como decía nuestro Presidente en este histórico 1º de marzo: cambios posibles, cambios responsables, cambios continuados, cambios progresivos, cambios con sentido de nación, y sobre todo cambios con la gente. ¿Cómo podríamos haber imaginado este Uruguay del cambio, cómo podríamos haber construido el capital de cambio, si no hubiéramos forjado durante 34 años desde nuestro querido Frente Amplio, una nueva cultura? Una nueva cultura política, cultura de ciudadanía, cultura de participación, cultura de dignidad, cultura democrática, y cultura del compromiso con los más débiles. La izquierda, el progresismo se siente profundamente representada en la cultura nacional, en todas sus realidades, tensiones y contradicciones. No como sujetos pasivos, sino aportando, contribuyendo a forjar en estos nuevos tiempos la cultura nacional, que es y seguirá siendo una construcción plural y llena de vida y dinamismo. Sin embargo, la brutal crisis económica, el aislamiento al que fuimos condenados mientras señalábamos la necesidad de cambiar el rumbo y la ausencia de políticas nacionales para combatir la fragmentación de nuestra sociedad en un mundo en que la soledad y la segregación crecen, han herido también a nuestra ciudad y también a nuestra cultura. Debemos reflexionar profundamente sobre los enormes desafíos que tenemos por delante. Decíamos al inicio de esta campaña electoral: "Nuestro principal aporte debe ser seguir cambiando y seguir construyendo la ciudad del presente y del futuro. Una ciudad para todos. Una ciudad entre todos. Una ciudad de dimensión humana que revalorice la interacción y la condición indispensable para construir el Uruguay del futuro, el Uruguay de la esperanza. Este Uruguay de la esperanza necesita un Montevideo en cambio, un Montevideo donde continuemos construyendo el futuro desde lo cotidiano, mirando todos juntos hacia el horizonte." Y la cultura hace al cambio Luego de estas reflexiones de índole eminentemente filosóficas, Ehrlich explicó: "No es nuestra intención en esta noche presentar una batería de propuestas sino transmitir el espíritu con el cual quisiéramos impregnar la gestión municipal. Y este espíritu comprende a la cultura en su concepción más amplia, cultura como elemento constitutivo de las sociedades y de su identidad, y no sólo como producción de bienes y expresiones artísticas y culturales. Queremos definir nuestras líneas de acción, pensando la cultura, en sus múltiples dimensiones y relaciones. Cultura, como espacio de creación, descubrimiento y crecimiento. Cultura, transmisora de valores y herramienta de la integración. Cultura, facilitadora de la comunicación y la expresión, constructora de lenguajes y códigos. Cultura, creadora de referencias y de identidad. Cultura, como ámbito de trabajo, y trabajo como ámbito de cultura. Cultura, herramienta de la democracia y del cambio. Cultura, constructora de ciudadanías. Cultura como generadora de trabajo y productora de riqueza material y espiritual. La cultura continuará jugando un papel fundamental en el próximo gobierno municipal. La cultura estará presente, atravesando toda la trama de nuestro programa, fecundando la gestión, la descentralización y la participación ciudadana, la inclusión social y el proyecto de Montevideo productivo. Nuestro proyecto para Montevideo necesita de todos, necesita autoridades, trabajadores y ciudadanos comprometidos con el objetivo de una ciudad de dimensión humana. Necesita gobernantes sensibles, que integren la realidad en toda su diversidad y que fortalezcan su autoridad en la comunicación con los ciudadanos. Necesita de ciudadanos libres, creativos, e integrados, que se reconozcan a sí mismos con sus capacidades y sus debilidades, y que reconozcan a los otros. Necesita ciudadanos constructores de su futuro, sensibles y solidarios. Y también necesita funcionarios que se apropien del objetivo de la gestión, participantes creativos y activos, nexo imprescindible entre el gobierno y los ciudadanos. Debemos dar importantes batallas culturales. Y no es tarea fácil. La construcción y transformación de valores sociales, es en gran medida resultado del flujo continuo de las manifestaciones culturales". Democratizar la cultura "Será imprescindible continuar trabajando, como lo ha venido haciendo la Intendencia Municipal de Montevideo durante los tres últimos gobiernos, en mejorar las condiciones de igualdad para el acceso de los ciudadanos a los bienes culturales y a sus procesos, generando un movimiento que permita reproducir los valores de la cooperación y la solidaridad. Montevideo debe continuar avanzando para que el conjunto de la población pueda entrar en contacto y conocer las distintas formas y vertientes de la cultura. Para que los ciudadanos puedan hacer más plena y libre su elección de preferencias culturales y artísticas. Debemos asegurar la disponibilidad de todas las formas culturales a todas las personas. Debemos defender la conversación y difusión de nuestro patrimonio cultural, y al mismo tiempo promover los fermentales procesos de la creación y de la construcción de identidades. La integración debe ser para todos "Y en estos procesos tienen que estar incluidos todos" --afirmó con vehemencia el candidato, agregando que-- "estamos convencidos de la importancia de realizar un esfuerzo mayor dirigido a integrar a quienes más han sufrido la exclusión económica y social. Para que quienes más se vieron afectados por el proceso de fragmentación y segregación que vivió nuestra sociedad, puedan aproximarse y reapropiarse del patrimonio cultural vivo con que cuenta Montevideo. Una de las peores y más profundas fracturas de nuestra sociedad es la fractura cultural en la sociedad de la información y el conocimiento. Su consolidación es una condena doble a los que se han quedado del lado de la miseria y la marginación. La zanja se hará cada día más amplia y profunda y por ello no podrán cruzarla. Hay en ese sentido una verdadera emergencia cultural y educativa que tenemos que encarar con sensibilidad, con inteligencia, con espíritu innovador, apelando a los mejores recursos humanos, creativos y a las inversiones necesarias. No hay nada más desafiante que asumir esa emergencia cultural en la sociedad uruguaya. Un sector importante de los montevideanos necesita herramientas para romper las barreras que afectan su autoestima y su potencialidad. La cultura en sus diferentes manifestaciones, el teatro, la música, el deporte, el trabajo, adquiere aquí una fundamental importancia como espacio del descubrimiento de las propias capacidades. Para hacer de Montevideo la verdadera capital del cambio, necesitamos ciudadanos capaces de soñar". Para todos los ciudadanos y en especial para los más débiles "Seguir generando la creación de espacios para el desarrollo cultural de nuestros ciudadanos, todos los ciudadanos, y poniendo especial énfasis en los más débiles, en quienes sufrieron fuertemente el proceso de exclusión. Decíamos hace unos días: el proceso de fragmentación y fractura que ha vivido nuestra sociedad adquirió formas diversas. La exclusión y la segregación tienen varios rostros. Nuestros hombres y mujeres sin oportunidades de trabajo, la segregación de nuestras mujeres en distintos espacios sociales; nuestros ancianos aislados de los espacios ciudadanos y separados de los afectos, nuestros jóvenes marginados o expulsados de un país que no les permite desarrollar sus sueños, la exclusión de los diferentes y de los que tienen capacidades diferentes, son formas diversas de exclusión y segregación. Debemos asumir el papel de la cultura en el objetivo mayor de revertir la fractura y la fragmentación social. Desarrollaremos los ámbitos barriales, reimpulsando el papel de la descentralización en la cultura. Será necesario dotar a los distintos ámbitos del gobierno descentralizado de infraestructura y potestad para el desarrollo de la vida cultural y artística en el espacio barrial y facilitar las posibilidades de intercambio tanto entre los barrios como con otras iniciativas del ámbito municipal, nacional y privado. Debemos continuar desarrollando esta tarea a nivel departamental. Hay que tejer con trabajo y con paciencia esa red, ese tapiz multicolor que nos hará inmensamente más ricos en nuestra identidad, en nuestra estima como ciudadanos, en nuestra vida cotidiana. Dinamitar espacios culturales significa también revitalizar ámbitos geográficos: barrios, zonas, cuadras de la ciudad. El Teatro Florencio Sánchez es un buen ejemplo de ese hormiguero incesante de jóvenes, músicos y poetas y gente que, al encontrarse en espacios culturales comunes, termina encontrándose a sí misma. Trabajaremos para recrear en las distintas zonas centros de producción, cultura y relación social, que fueron arrasados por el avance de la crisis económica y el desmantelamiento del aparato productivo. Lugares de encuentro y de creación, espacios que garanticen el mejor uso del tiempo libre y la socialización. Y al mismo tiempo pensamos en estas y otras iniciativas como generadoras de fuentes de trabajo legítimo, digno y sustentable. ¿Por qué no pensar en polos culturales, donde cooperemos para garantizar el acceso de artistas y aficionados a las herramientas de producción y reproducción de bienes culturales? ¿Por qué no pensar en un plan de acción y promoción turístico-cultural que incluya actividades en todas las zonas del departamento?", interrogó. La cultura da trabajo "Por eso hay que crear espacios culturales sustentables, que generen recursos que a su vez puedan volver a volcarse en emprendimientos culturales. La cultura es, debe ser, una fuente laboral digna. Montevideo debe contribuir a mejorar las condiciones para el desarrollo pleno de los trabajadores de la cultura, garantizar la igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo, y velar por las condiciones materiales, ambientales y de seguridad social. Y al mismo tiempo debemos realizar esfuerzos, junto al gobierno nacional, para que el trabajo, en todas las áreas, sea un espacio vital de la construcción cultural, construcción de identidad y ciudadanía. Tenemos un escenario nuevo en el país que nos permite aumentar la potencia de ricas experiencias desarrolladas en Montevideo en los últimos tiempos. Podemos imaginar a Montevideo en un intercambio cultural y artístico, pleno y armónico con el resto del país y la región. Montevideo integrada al Mercosur y al mundo, es también todo un programa de circulación de ideas, de capacidades, de sensibilidades y talentos. No es sólo infraestructuras y servicios, es cultura integrada e integradora, cosmopolita porque además tiene para ofrecer su propia identidad no como aislamiento sino como comunicación e intercambio con visión de humanidad. Los grandes valores que han hecho progresar al ser humano no tienen fronteras y las nuestras deben estar más abiertas que nunca. Eso es cultura. Nuestro presidente ya ha lanzado, en su mensaje del 16 de abril, el proyecto "Un solo país", y en ese marco convocó a la Asamblea Nacional Permanente de la Cultura. Desde Montevideo debemos sumarnos con nuestra rica experiencia, con nuestra identidad, con nuestra producción artística y cultural, a esta convocatoria. Una vez más tendremos que recorrer el camino de romper barreras, tirar abajo los prejuicios de nuestras orgullosas instituciones. Tenemos los motivos, tenemos el entusiasmo, tenemos la gente. Podemos y debemos articular con el gobierno nacional las políticas culturales para fortalecer las bases del compromiso del cambio. El cambio no empieza ni termina con un nuevo gobierno. El cambio implica una actitud, una disposición, desde lo individual y trasmitida a lo colectivo, a lo social. Y la cultura es agente esencial en la construcción de esa actitud. Cultura del cambio, cultura para el cambio, cultura haciendo el cambio". *

 Posted by Hello

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