Foto: EFE/J.Casares

Un grupo de 200 mineros iniciaron ayer martes una "marcha negra" de nueve días para denunciar la situación del sector del carbón en España y reclamar el pago de sus salarios, anunció el sindicato Comisiones Obreras (CCOO).

Recorrerán los 200 kilómetros que separan Villablino y León para "denunciar la situación que atraviesa el carbón y reclamar la aprobación de medidas urgentes que garanticen tanto el futuro del sector como el pago de los salarios", dijo CCOO en un comunicado.

Esta marcha es similar a la que realizaron los mineros hasta Madrid en 1992 prácticamente por los mismos motivos.

En esta ocasión, la marcha finalizará en León el 29 septiembre, coincidiendo con la huelga general convocada en España. "En un primer paso, el final de la marcha es León, pero si para esa fecha todo sigue igual, no podemos parar. Nuestra idea es continuar hasta Madrid", dijo Augusto Pires, responsable del sector minero de CCOO en Castilla y León.

Los mineros, de las empresas Alto Bierzo, Coto Minero Cantábrico (CMC), Unión Minera del Norte (Uminsa) e Hijos de Baldomero García, no han recibido más que la mitad de su paga de julio y no han cobrado la de agosto.

Desde principios de septiembre, los mineros no cejan en sus movilizaciones para reclamar sus salarios y para reclamar un futuro para el carbón español, que en 2009 estuvo en el origen del 25% de la electricidad del país.

Una subvención del Gobierno permitiría garantizar la compra de carbón por parte de las centrales eléctricas hasta febrero del carbón nacional. Pero un decreto que prorroga esas ayudas está congelado, a la espera de que la Comisión Europea decida sobre su regularidad en una reunión prevista para el 29 de septiembre, según los sindicatos mineros.

La Comisión Europea había anunciado en julio que esperaba ver cerradas de aquí a mediados de octubre de 2014 las mineras hulleras subvencionadas que siguen activas en la UE, cuando hasta ahora se hablaba de 2022 como fecha tope. Las minas subvencionadas están principalmente en Alemania, España y Rumanía.

Fuente: Rebelión