"Topolansky contó que le preguntó esta semana al ministro Ricardo Ehrlich por la "compatibilidad" entre el proyecto en debate y la ley orgánica de la Universidad de la República. La senadora afirmó que es urgente realizar modificaciones a la ley orgánica, que "ya cumplió 50 años y cuando se creó no existía la Facultad de Ciencias, no había títulos intermedios ni transversalidad". Y criticó a la Universidad por tomarse "tiempos demasiado lentos" en este tema. Topolansky elogió a la Facultad de Ingeniería ("tiene el mejor plan de estudios") y criticó a la de Arquitectura, por la falta de títulos intermedios y de "aggiornamento".
Pero la senadora también marcó problemas serios en Primaria y Secundaria. En el caso de las escuelas, habló del "descaecimiento de la función docente" debido a la falta de vocación de los maestros.
Fue más dura con Secundaria, donde dijo que hay un "verdadero agujero negro", ya que "parece que el alumno no le importa al sistema educativo". Dijo que "ahora hay que buscar con la lupa" a profesores implicados con sus alumnos." (El País)
San Jacinto, 18 de Septiembre de 2010
Carta abierta a Lucia Topolansky:
Sra. Senadora (y primera dama también), luego de haber leído sus dichos en el foro herrerista, en el artículo publicado hoy en el País Digital, me siento en la obligación de comunicarle mi total desacuerdo con sus expresiones.
Soy profesora de Geografía, esposa de un maestro rural, y madre de tres alumnos de la enseñanza pública, hablo con conocimiento de causa.
Que la enseñanza en nuestro país está muy lejos de ser la que queremos para los gurises, eso lo tenemos todos muy claro. Pero me parece un disparate cargar todas las tintas contra los docentes. La piola se rompe siempre por el lado más fino, hacer leña del árbol caído no es digno de ud., ni justo para nosotros.
Si yo digo "todos los políticos son iguales" (y acoto: ¿no ven que los herreristas aplauden a la senadora?, ella piensa igual que los blancos), ud. se sentiría difamada. Me recordaría sus años de prisión durante la dictadura (cuando yo aún era una escolar), y Lacalle recordaría su experiencia en la carcel del Pueblo, y ambos a pies juntillas me harían tragar mis palabras, pues al fin al cabo no son todos iguales. Sí lo somos ante la ley, aunque algunos "son más iguales que otros.".
Cuando ud. dice "parece que el alumno no le importa al sistema educativo", recuerdo todas las denuncias (que para muchos son sólo quejas) que los docentes hacemos de manera continua, para mejorar las condiciones de enseñanza-aprendizaje. Nos "quejamos" de déficits en infraestructura, en mantenimiento y en formación. Nos "quejamos" por que nos sentimos solos y desamparados, queriendo hacer y no pudiendo hacer, o haciendo a costas de nuestra salud. Pero son sólo eso, "quejas". ¿Tendremos que denunciar lo evidente ante la Justicia?, denunciar que escuelas y liceos se mantienen en pie por las APAL, y las Comisiones de Fomento, y que tratamos de enseñar a pesar de lo que realmente llega del presupuesto a nuestro entorno, poniendo plata de nuestro salario en fotocopias, lapiceras, marcadores, y todo tipo de material fungible, o en rifas y colectas para darle a los gurises, lo que el SISTEMA da por supuesto que dió (al menos así consta en papeles).
Digo más, cuando ud. dice que "ahora hay que buscar con la lupa" a profesores implicados con sus alumnos.". Recuerdo los ómnibus llenos de maestras y profesores en las horas picos, hablando de su trabajo (no de hijos, ni de películas o paseos -al menos que sean didácticos-). Docentes que veo empapándose en las paradas, corriendo para alcanzar ómnibus, comiendo mientras caminan para no llegar tarde a clases. Recuerdo a muchos colegas que invierten de su sueldo, y tiempo de su familia, para realizar cursos que les proporcionen herramientas para innovar en el aula, e impartir clases motivadoras, contextualizadas y significativas, confiadas en la resiliencia de nuestros alumnos. Y recuerdo a otros, que ya no los hacen porque saben de antemano que nada de lo que hagan soluciona el problema de fondo, esos que se investigan en la facultad, en la Universidad de la República.
Como yo no necesito lupas para encontrar docentes comprometidos, me basta con entrar a una escuela o un liceo para encontrarlos, es que le escribo esta carta.
Andrea Marisol Tejera Rocha
Ya dejaste tu graffiti?
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