Mientras el abogado de Duvalier decía que su cliente desea quedarse en Haití y que las causas contra él han prescrito, fueron presentadas cuatro demandas en su contra por violaciones a los derechos humanos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a las autoridades haitianas a iniciar investigaciones judiciales contra el dictador Jean Claude Duvalier por los delitos de lesa humanidad cometidos durante el régimen que lideró, entre 1976 y 1986. “Pedimos a la gobernación y a la Justicia que investigue, procese, sancione y repare las violaciones cometidas por Duvalier y su gobierno”, sentenciaron en un documento. Según indicaron los medios locales, cuatro demandas de ese tono fueron presentadas contra el dictador. Mientras tanto, Baby Doc sigue esquivando charcos. Uno de sus abogados, Reynold Georges, aseguró que las acusaciones que la Fiscalía le cargó el martes por corrupción y malversación de fondos son ilegales. Explicó que esos delitos prescriben a los diez años de su supuesta comisión, según lo propone la Constitución. Duvalier está libre y a disposición de la Justicia.
Ya en 1979, ante la Asamblea General de la OEA, la CIDH había reclamado a las autoridades haitianas que investiguen violaciones de derechos humanos en ese país caribeño. Más de treinta años después, el organismo interamericano vuelve a la carga: “Hasta la fecha, la CIDH no tomó conocimiento de alguna investigación y sanción plena, llevada a cabo de conformidad con las garantías de debido proceso establecidas en la Convención Americana, respecto de las personas responsables de las violaciones de derechos humanos cometidas en Haití entre 1971 y 1986, especialmente de las autoridades a cargo del aparato estatal durante dicho período”, destacó en un documento divulgado ayer.
Naciones Unidas (ONU) también esgrimió opiniones respecto de la dudosa situación judicial de Duvalier. Michael Forst es el hombre que el organismo mundial envió a Puerto Príncipe con el objetivo de monitorear la situación de los derechos humanos allí. El experto instó al mundo a apoyar la continuidad de un proceso judicial contra el dictador. “En un momento en que la comunidad internacional refuerza su apoyo para que se restablezca el cumplimiento de la ley en Haití, defender de manera incansable la lucha contra la impunidad ante crímenes graves supondría enviar una buena señal al pueblo, en especial a las víctimas y sus familias”, expresó a través de un comunicado.
Forst recordó que entre 1986 y 2008 se radicaron varias denuncias contra Duvalier por crímenes contra la humanidad, tortura y traición. “De avanzar, esas investigaciones podrían justificar un arresto”, concluyó. En Haití, como en varios países del mundo, los procedimientos en esa clase de delitos no prescriben con el paso del tiempo.
La periodista haitiana Michele Montas y su esposo presentaron ayer una demanda contra Duvalier por torturas y detenciones arbitrarias. La mujer precisó que una denuncia similar fue radicada el mismo día por el fiscal general de Haití, Aristidas Auguste, el mismo que interrogó al dictador el martes (ver recuadro).
Mientras tanto, Baby Doc sigue su propio juego, a través de la voz de sus lacayos. “No hay ningún cargo contra Duvalier, ya que las acusaciones que le aplicaron no tienen ningún peso. Es libre de moverse por donde quiera”, explicó escuetamente Reynold Georges momentos antes de reunirse con su cliente en la suite del hotel Caribbean, donde él y su esposa continúan su estadía haitiana. El tema no fue mencionado por la Justicia ni por las autoridades gubernamentales. Las acusaciones de la Fiscalía, una vez formuladas, quedaron en manos del juez Gabriel Ambroise, que deberá determinar cómo sigue la historia.
Pero el letrado no sólo se refirió a la situación judicial de Baby Doc. También echó por tierra las probabilidades de que Duvalier regrese a Francia, donde vivió exiliado durante los 25 años. “El se quedará en Haití para siempre, es su país y participará en la política. Es su derecho, un político nunca muere”, manifestó ante la prensa que lo abordó antes de ingresar al hotel.
Lejos de echar luz sobre el caso Duvalier, el Estado sólo se refirió ayer al proceso electoral, para el que decidió mantener los resultados de la primera vuelta, al contrario de lo que aconsejó la Organización de Estados Americanos.
Fuente: Página 12
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