"El arte no ha de ser utilitario, pero tampoco un simple divertimento. Es vida, tanto en su producción como en su goce, hasta en el goce político de una obra de arte, vida siempre... El arte es vida sostenida, concentrada, propuesta, ahorrada para los demás. Viene de los demás y va hacia ellos como en un vaivén: es intemporal pero no ahistórico... un producto específico de la especie hecho para la conservación de la especie".
Alfredo Zitarrosa
Voz saturada
de negro,
voz de oscuro
presagio,
salida de una cara
alunada
de chiquilín trampeado.
Desaparecido / encontrado.
Trampeado.
Intensos, tercos malestares:
tenue alivio del cante
jondo de la milonga,
toda su música.
Tenías (tengo ahora)
dos pocos años más
de los que, cuando jóvenes,
calculábamos dignos de vivir.
Aunque también imagináramos
una aceptable vejez
de andar por personales,
ínclitas bibliotecas.
1960:
tiempos de gran pensar
y de pensión:
la calle Yaguarón 1021.
Cante parido entonces,
pero expandido, ido
luego por esos mundos,
graderías
de extensiones heladas.
Cante crecido junto
al resplandor oscuro de su voz,
cante amarrado al grave
recinto de su voz.
Voz que venía
de más allá,
de adonde ahora calla,
pero crece.
Becquer Salvador Puig
Del libro “Si tuviera que apostar”
Del libro “Si tuviera que apostar”
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