Videoclip: IMM
SE LO VEIA SEGUIDO POR ATRAS DEL TEATRO SOLIS. SU ALTA FIGURA, DE PASOS FIRMES, CAMINABA HACIA EL ANTIGUO MERCADO CENTRAL. SUBIA LA ESCALINATA DE LA ENTRADA CONTESTANDO LOS INFALTABLES SALUDOS QUE RECIBIA.
Luis Grene
CX 30, Radio Nacional
"Chau Mono", "Hola don Peloduro", eran los más habituales entre sus muchos amigos de aquel viejo Mercado. Y Julio Suárez llegaba a Fun Fun, donde lo esperaba su dueño, el Sr. López, para comentar los sucesos de la actualidad montevideana. Tomaba una o dos "uvitas" que eran el pretexto para la fraterna amistad. Por esos años Peloduro trabajaba en La Mañana y El Diario, cuya redacción estaba a pocos pasos del mercado y su inolvidable primer local de Fun Fun, bien al fondo entre las pescaderías.
Julio había nacido en tierras litoraleñas de Salto pero fue llegar a la capital y se convirtió en un montevideano de ley. Su pasión por el dibujo lo lleva a estudiar arquitectura, a la que abandona cuando lo pica el bichito del periodismo y las letras.
En el diario El Plata los lectores comienzan a preguntarse quién era ese dibujante que los hacía sonreír con sus personajes bien del pueblo y sus clases populares. Julio había creado una graciosa caricatura llamada Roncadera que era un canillita, lleno de picardía, que le daba palos al gobierno. Ese personaje con los años evolucionaría hasta llegar a su genial El Pulga. Pero ese Roncadera también charlaba con otro personaje de pelos de pincho, muy parecido al posterior Peloduro y nace de esos diálogos su preocupación por las injusticias sociales.
Su adhesión al Partido Comunista marca un compromiso con la realidad y sus discrepancias con los políticos tradicionales a los que satiriza con fina inteligencia.
Se lo veía los domingos por la Feria de Tristán Narvaja siempre entre las mesas de sus amigos libreros. Tenía que venir algún familiar para sacarlo de esas entusiasmadas charlas y seguía caminando, no sin antes saludar a un anticuario salteño que tenía su local en la esquina de Paysandú.
Cuando estuvo en la revista "Mundo Uruguayo", algún desubicado lo criticó porque esa publicación le daba mucha importancia a las páginas "sociales" con fotos de casamientos y fiestas de los ricachones... Pero ni aún así las caricaturas de Peloduro dejaron su profunda crítica. Y se dio el lujo de escribir en ese Mundo Uruguayo una serie de crónicas costumbristas que desnudaban las hipocresías de aquella sociedad montevideana.
Por los principios de 1940 funda su revista "Peloduro", con su principal personaje de tan fuerte impacto popular que a su creador comenzaron a llamarlo con el nombre de esa graciosa caricatura.
La radio también fue un campo para su incesante creatividad. Por CX 24, La Voz del Aire, hizo una serie donde hablaba como "Peloduro" sobre temas de actualidad y un par de veces aparecieron actores interpretando a El Pulga y a La Porota. También trabajó en el programa "Los Risatómicos", que salía por la fonoplatea de la vieja CX 14 y Julio les hacía los libretos.
Cuando se hizo muy famoso su personaje radial "Marieta Caramba", tuvo una de sus grandes satisfacciones y lo demostró haciendo libretos brillantes para esa parlanchina mujer que hablaba y criticaba sin parar a todo el mundo.
Los coleccionistas de la obra de Peloduro se enloquecen buscando el almanaque que hizo para el alimento infantil, Toddy.
Sus convicciones lo llevaron a conocer directamente en Cuba los inicios de la Revolución Cubana y al regresar hablaba entusiasmado de "los muchachos de la Sierra Maestra" como les decía con sincera admiración.
Fue un trabajador de la cultura que hizo brillar su pluma literaria en "El Diccionario del Disparate" y en "Los Comentarios Internacionales de El Pulga".
Se lo recuerda como un entrañable ser humano, de ojos sinceros, que pintó con dibujos y palabras la época en que le tocó vivir.
Fuente: La República
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