La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria envian esta carta abierta a los señores legisladores, para ponerles en conocimiento, así como a la población del Uruguay, sobre sus cuestionamientos a la nueva Ley de Educación y el presupuesto de la Enseñanza, de vital importancia para el futuro de nuestro país.
Montevideo, julio de 2008.
Señores Legisladores:
En estos momentos se encuentra en discusión una nueva Ley de Educación. Sabemos que el tema es relevante para Ud. y que seguramente aspira a trabajar sobre él con la mayor atención, por ello es que en estos últimos tiempos le hemos remitido vía correo electrónico una serie de materiales que reseñan nuestra posición sobre el tema. Por eso mismo también es que estamos aquí para entrevistarnos con Ud. e intercambiar opiniones sobre el asunto.
Habiendo participado en el I Congreso Nacional de Educación, “Maestro Julio Castro”, reivindicamos se apruebe una Ley de Educación que consagre la autonomía y el cogobierno en el sistema educativo estatal, como vía para lograr, mediante la participación decisoria en el gobierno educativo de los órdenes directamente implicados en la educación, la real democratización de nuestro sistema público de educación, para ponerlo a salvo de los avatares político – electorales, como quería Varela. Consideramos que esto es fundamental para el futuro de nuestro pueblo, en especial de las nuevas generaciones. La educación pública debe ser política de Estado, y no cambiar con cada nuevo gobierno, pero política de Estado con todo el pueblo adentro: por eso la autonomía y el cogobierno. Informamos a Ud. que la Comisión de Seguimiento de las Resoluciones del I Congreso Nacional de Educación ha elaborado un borrador de articulado que recoge estos principios.
Quisiéramos también llamar su atención sobre algunos detalles del Proyecto de Ley a consideración que nos preocupan sobremanera. Uno de ellos es la división en dos consejos desconcentrados de la enseñanza media, lo que implica separar administrativamente el Ciclo Básico y el Bachillerato, medida que, además de requerir ingentes gastos en construcción de locales y presentar dificultades de instrumentación que impiden su adecuada y pronta ejecución, abre las puertas a una rebaja de nivel en el Primer Ciclo. Se vincula a este tema la reducción de competencias de la UTU, que deja al Uruguay privado casi por completo de enseñanza técnica estatal. Todo esto en un Proyecto de Ley enmarcado en la teoría del capital humano, que subordina los objetivos de la educación a las necesidades coyunturales del mercado y los empresarios. Un Proyecto que se presenta como de Ley de Educación pero incluye una reforma educativa, del mismo signo que las aplicadas en la década del ’90, con tan nefastos resultados. Reforma cuyos lineamientos se encomienda definir, en las disposiciones transitorias, a las actuales autoridades educativas, con lo que se quita autonomía al mismo sistema educativo futuro que se quiere iniciar con la Ley. Autonomía que nos es tradicional desde Varela y que además se ve menoscabada por los abundantes casos de injerencia del Ministerio de Educación y Cultura, las Intendencias Municipales y diferentes actores privados. Un Proyecto de Ley que abunda en imprecisiones y vaguedades a resolver por vía de la reglamentación, además de incluir también numerosas disposiciones transitorias. Y son muchos más los puntos problemáticos del texto en consideración, por lo que desde ya nos ponemos a su disposición para continuar considerándolos.
Agradeciendo la atención dispensada,
Saluda atte.
FEDERACIÓN NACIONAL DE PROFESORES DE ENSEÑANZA SECUNDARIA
FENAPES / CSEU / PIT – CNT
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