Septiembre aúlla todavía

Su doble saldo escalofriante

Todo sucede un mismo día

Gracias a un odio semejante

Y el mismo ángel que allá en Chile

Vio bombardear al Presidente

Ve las Dos Torres con sus miles

Cayendo inolvidablemente

Silvio Rodríguez

Por la efectividad de la comunicación por medio de códigos, el empleo del 11/9 se ha convertido en una referencia inmediata, dolorosa referencia que resume en solo dos números la tragedia del World Trade Center de Nueva York. Tal ha sido el impacto y las consecuencias de este abominable hecho terrorista cuando se afirma que al mundo hay que verlo como uno antes de esta fecha y como otro después de la misma. Sin embargo, muchos norteamericanos desconocen que el 11/9 también representa para un pueblo de nuestra América, para el resto de los pueblos de nuestro continente y para todos los hombres y mujeres del mundo amantes de la libertad y de la paz, otra fecha de triste recordación. Este 11 de septiembre se conmemoró el aniversario 35 del brutal golpe de Estado contra el gobierno constitucional chileno de la Unidad Popular y su Presidente Salvador Allende por parte de los militares de la Junta fascista de Augusto Pinochet. Entre las 30 mil víctimas de este acto de terrorismo de estado apoyado por las altas instancias del gobierno norteamericano, aparece la figura de un artista de dimensión universal, un icono de la cultura del pueblo chileno. A tan solo días del sangriento hecho que costara la vida al propio Allende en el Palacio de la Moneda, justamente el 16/9 de 1973, los militares cargados de odio, le machacan las manos con la culata de un revólver y acribillaron con 44 disparos al cantautor Víctor Jara.

Extensa es la relación de personalidades de la música que de alguna manera u otra rinden homenaje al desaparecido creador, figuras que van desde el catalán Joan Manuel Serrat o Bono, el cantante de U2 hasta el grupo colombiano Aterciopelados en su pieza titulada "Canción protesta". No obstante, largo es el camino para lograr que la vida y obra de Víctor Jara llegue cada vez más a los corazones por todo el mundo. En tal sentido, el pasado 12 de septiembre en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, tuvo lugar el tributo de Leo Brouwer a Víctor Jara con la participación de artistas de diversos géneros y estilos que convierten el concierto en un hermoso aporte de profunda humanidad a su memoria.

De nuevo, Leo Brouwer nos muestra la inmensidad del alcance de su magisterio al otorgar ese toque extra de lo sorprendente para consolidar una obra de arte. Una vez más, el Maestro nos indica la necesidad de abrir cuantas ventanas hagan falta para apreciar el maravilloso paisaje de la cultura y sentirnos enriquecidos por un arte sin amarras de ninguna especie. Inspirado por el compromiso con la justicia y en la belleza de la música popular chilena, Brouwer nos convoca a un exquisito concierto de cámara a través de las canciones de Víctor Jara. La presencia de artífices de las cuerdas como los guitarristas Marcelo de la Puebla, de Chile y del argentino Víctor Pellegrini en las propuestas de "Caivalicú", "La serpiente luminosa" o en "Ventolera", plasman la esencia del sonido Jara. Otro tanto ocurre cuando de la Puebla interpreta "En tus manos abiertas", una tonada de Juan Antonio (Chicoria) Sánchez y la versión que este hiciera del clásico "La partida" o al acompañar a una flautista de la talla de Niurka González quien con peculiar lirismo evoca la dimensión titánica del himno "Plegaria a un labrador" en versión del propio Leo para este concierto. Igualmente en estreno mundial, es la obra compuesta el pasado año por Brouwer titulada "Variaciones sobre un tema de Víctor Jara", pieza donde Puebla asume el privilegio de recorrer la convivencia entre universos en las variaciones temáticas del Maestro, momento que es seguido por la delicadeza hecha música del potpurrí con temas antológicos de cantautor chileno por el Cuarteto de Cuerdas Amadeo Roldán. No por inesperada deja de ser encomiástica la improvisación al estilo de un Keith Jarrett en el concierto de Koln que tuvo a su cargo el pianista Alfredo Rodríguez sobre los emblemáticos temas de "Te recuerdo Amanda" y "Paloma, quiero contarte". De acuerdo con la dinámica del espectáculo, después de tanta magnificencia pareciera difícil culminar bien arriba, expectativa que Brouwer satisface con la belleza toda del amor y admiración que se siente en su "Elegía por Víctor Jara" con la Orquesta Solistas de la Habana, agrupación a la cual también dirige en "Cantinela para un poema", épica obra del argentino Alberto Favero en una versión que Leo estrena para la ocasión al acudir a las últimas palabras escritas por Jara, declamadas con sentida emotividad por el dramaturgo Héctor Quintero que pone de pie al auditorio. Por si fuera poco, fuera de programa, pero acompañado por Pellegrini y la orquesta, Silvio Rodríguez interpreta "El hombre extraño", formidable síntesis poética acerca de Jara quien en su muerte nos descubre que al mundo le han nacido labios.

Guille Vilar

Fuente: La Jiribilla