Al menos 153 personas fallecieron en un accidente aéreo ocurrido este miércoles en el aeropuerto madrileño de Barajas cuando un aparato MD-82 con 172 ocupantes se estrelló durante la maniobra de despegue, según fuentes oficiales.
Esta cifra fue anunciada por la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez, de acuerdo con los datos contrastados con la compañía Spanair, propietaria del avión siniestrado.
Diecinueve heridos fueron trasladados a varios hospitales de la capital española, dos de ellos presentan pronóstico muy grave y otros doce grave, mientras que el pronóstico de tres de ellos es reservado y el de los dos restantes leve, según un parte médico facilitado por el Servicio Madrileño de Salud.
Álvarez explicó que el siniestro se produjo a las 14.45 horas en un segundo intento de despegue del avión, después de que el comandante hiciera volver a la aeronave desde la pista a la puerta de embarque al detectar "una incidencia".
Asimismo, la ministra informó de la creación de una comisión de investigación, compuesta por "siete personas independientes", que está recogiendo "todo tipo de pruebas sobre el accidente", en especial la "caja negra" del avión, ya recuperada, que recoge todas las decisiones adoptadas en la aeronave.
El vuelo JK5022 de la compañía Spanair, con destino a Las Palmas de Gran Canaria (archipiélago atlántico español), inició la maniobra de despegue a las 14,45 horas (12,45 GMT), después de un retraso de más de una hora, y por causas que todavía se ignoran el aparato se desplomó a tierra.
Una de las hipótesis manejadas es que un motor se incendió durante el despegue. El fuerte impacto hizo que el aparato se rompiera y se originara un gran incendio dado que en el momento del despegue los aviones suelen llevar el depósito lleno de combustible.
Efectivos de los servicios de rescate relataron que el escenario que encontraron al acercarse al avión era dantesco, con muchos cadáveres carbonizados, y que no se podía apreciar que allí había un avión, excepto por los restos de la cola.
En el avión viajaban 172 personas, de las que 162 eran pasajeros, cuatro tripulantes de Spanair "en movimiento" (personal que se dirigía a su incorporación a otro destino) y seis tripulantes de vuelo. Entre los pasajeros, según la lista que ha facilitado la compañía aérea y en la que no se especifica si han fallecido o han resultado heridos, viajaban veintidós niños.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, suspendió sus vacaciones en Doñana (Huelva) y se trasladó a Barajas, donde afirmó que el Gobierno "volcará todos sus esfuerzos" en la ayuda a las familias y que el Ejecutivo, como el resto de los ciudadanos, se encuentra conmocionado y afectado por la "terrible" tragedia.
Directivos de Spanair aseguraron que el aparato, un MD-82, pasó la revisión anual el 25 de enero por personal propio de la compañía y desde entonces no había registrado incidencias. El avión tenía quince años de antigüedad y llevaba nueve años en activo.
Se confirmó que entre los fallecidos hay dos suecos y un chileno, y una ciudadana colombiana resultó herida y permanece ingresada pero fuera de peligro.
Fuente: Montevideo Portal
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