18 mayo 2008

Contra el apartheid




¡Nosotros luchamos contra el apartheid;


no vemos las razones para celebrarlo ahora


en Israel!



Nosotros, sudafricanos que enfrentamos y luchamos con todas nuestras fuerzas contra el poder de la injusta y brutal maquinaria del apartheid en Sudáfrica, con el objetivo de vivir en una sociedad justa y democrática, hoy nos negamos a celebrar la existencia de un Estado segregacionista en el Medio Oriente. Mientras que Israel y sus aduladores en todo el mundo, en este mes proclamarán con pompa y ceremonia, a viva voz el 60º aniversario del establecimiento del Estado, en cambio, nosotros que hemos vivido en y luchado contra la opresión y el colonialismo, recordaremos seis décadas de catástrofe para el pueblo palestino. Hace 60 años, 750 000 palestinos fueron brutalmente expulsados de su patria, sufriendo persecuciones, masacres y torturas. Ellos y sus descendientes aún permanecen refugiados. Esta no es una razón para celebrar.


Cuando pensamos en la masacre de 1960 en Shaperville, también recordamos la de Deir Yassin en 1948.


Cuando pensamos en la política de bantustanes en Sudáfrica, recordamos la bantustanización de palestina como política de Israel.


Cuando pensamos en nuestros héroes que languidecieron en Robben Island y otros lugares, recordamos los 11 000 prisioneros políticos palestinos en las cárceles de Israel.


Cuando pensamos en el robo masivo de tierras perpetrado contra el pueblo de Sudáfrica, recordamos que el robo de tierras palestinas continúa en Israel con la construcción ilegal de colonias y del Muro del Apartheid.


Cuando pensamos en las Areas según Razas y otras legislaciones similares, recordamos que el 93% de la tierra de Israel está reservada exclusivamente para ser usada por judíos.


Cuando pensamos en el pueblo negro que ha sido sistemáticamente desposeído en Sudáfrica, recordamos que Israel utiliza la expropiación étnica y racial para golpear el corazón de Palestina.


Cuando pensamos en los ataques de las SADF contra los estados vecinos, recordamos que Israel desestabiliza intencionalmente la región del Medio Oriente, amenazando la paz y la seguridad, incluída la posesión de 100 ojivas nucleares.


Nosotros, que hemos luchado contra el Apartheid y hecho votos de no permitir que no vuelva a ocurrir, no podemos permitir que Israel continúe utilizando el apartheid, el colonialismo y la ocupación contra el pueblo originario de Palestina.


Nosotros nos permitimos no permitir que Israel continúe violando impunemente las leyes internacionales.


Nosotros no lo aceptaremos mientras Israel continúe hambreando y bombardeando al pueblo de Gaza.


Nosotros, que luchamos toda nuestra vida para que Sudáfrica sea un estado para todos sus ciudadanos, demandamos que se llegue a un acuerdo para que los millones de refugiados palestinos tengan el derecho al retorno a sus hogares desde donde se encuentren expatriados.


¡El apartheid fue una grosera violación a los derechos humanos. Así fue en Sudáfrica y así debe ser contemplada la persecución que hace Israel contra los palestinos!



Ronnie Kasrils, Ministro de Inteligencia/Campaña por el Fin de la Ocupación
Blade Nzimande, Secretario General, Partido Comunista de Sudáfrica
Zwelinzima, Secretario General, Congreso de la Unión de Comercio de Sudáfrica
Ahmed Kathrada, Fundación Nelson Mandela
Eddie Makude, Secretario General, Concilio de Iglesias de Sudáfrica
Makoma Lekalakala, Movimiento Social Indaba
Dale McKinley, Foro de Antiprivatización
Lybon Mabasa, Presidente, Partido Socialista de Azania
Jeremy Cronin, Partido Comunista sudafricano
Sydney Mufamadi, Ministro de Gobierno provincial y local
Mosiua Terror Lekota, Ministro de Seguridad
Mosibundi Mangena, Presidente, Organización de pueblos deAzania, Ministro de Ciencia y Tecnología
Alec Edwin, Ministro de Asuntos Públicos.
Espoo Pahad, Ministro de la Presidencia
Enver Surty, Diputado Ministro de Educación
Roy Padayache, diputado Ministro de Comunicaciones
Derek Hanekom, diputado Ministro de Ciencia y Tecnología
Rob Davies, diputado Ministro de Comercio e Industria
Loretta Jacobus, Diputada Ministra de Servicios Correccionales
Sam Ramsay, Comité Olímpico Internacional
Yasmin Sooka, Director Ejecutivo, Fundación por los Derechos Humanos.
Pregs Govender, activista feminista y autora de Amor y Coraje, una Historia de Insubordinación
Adam Habib, disuado Vicerrector, Universidadde Johannesburg
Frene Ginwala, Congreso Nacional Africano
Salim Vally, Comité de Solidaridad con Palestina
Na’eem Jeenah, Comité de Solidaridad con Palestina
Brian Ashley, publicaciones Amandla
Mercia Andrews, Grupo de Solidaridad con Palestina
Andile Mngxitama, activista por el derecho a las tierras
Farid Esack, profesor de Islam Contemporáneo, Universidad de Harvard
Elinor Sisulu, Crisis en la Coalición de Zimbabwe
Andre Zaaiman
Virginia Setshedi, coalición contra la privatización del Agua
Max Ozinsky, No en mi Nombre
Rev Basil Manning, Ministro, Congregación de Iglesias Unidas de Sudáfrica
Zapiro, dibujante
Mphutlane wa Bofelo, Secretario General, Movimiento de Jóvenes Musulmanes
Steven Friedman, académico
Ighsaan Hendricks, Presidente, Concilio Judicial musulmán
Iqbal Jassat, Media Review Network
Stiaan van der Merwe, Comité de Solidaridad con Palestina
Naaziem Adam, Alianza de Solidaridad con Palestina
Asha Moodley, miembro del Directorio de publicación feminista
Suraya Bibi Khan, Alianza de Solidaridad con Palestina
Nazir Osman, ídem
Allan Horwitz, Voces Judías
Jackie Dugard activista en derechos humanos y legales
Profesor Alan y Beata Lipman
Carolina O’Reilly, investigadora
Jane Lipman
Shereen Mills, Abodad en derechos Humanos, Centro para aplicación de Estudios Legales
Noor Nieftagodien, Universidad de Witwatersrand
Bobby Peek, Grounworks
Arnold Tsunga, Presidencia, Crisis en Coalición de Zimbabwe
Mcebisi Skawatsha, secretaria provincial, ANC Western Cape
Owen Manda, Centro de Investigaciones Sociológicos, Universidad de Johannesburg
Claire Cerruti, Keep Left


Nota de aclaración: las afiliaciones de organizaciones arriba mencionadas son de propósito identificatorio y no necesariamente son firmantes


Fuente: Rebelión







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